domingo, 11 de noviembre de 2018

DOS REALES


…y echó dos reales.
(Mc. 12, 38-44)


Las arcas del Templo son eco de los dineros
que engordan reverencias de letrados
y sus arrogancias.

¡Devotos de la hipocresía bien instalada!

Tú, viuda golpeada en soledad y en pobreza,
eres noticia de la falsedad
de cuantos lucen sus amplios ropajes
bajo los techos de cedro.

¡Devotos de la hipocresía bien instalada!

Los dos reales de tu anonimato,
han seducido al Maestro de Nazaret,
sorprendentemente
sentado frente a los cepillos del templo.

Tus dos monedas de cobre,
icono de tu pobreza,
claman
contra el ranking de mezquindad que camufla
la hambruna de los ricos.

¡Devotos de la hipocresía bien instalada!

Desde los rincones de nuestras conciencias
suene ya la hora de nuestra auténtica ofrenda,
Señor, Maestro de Nazaret.

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