RETALES DE MI BANCAL
UNA PUERTA ABIERTA A LA BRISA SERENA DE MI SIERRA
domingo, 10 de enero de 2021
Y SUEÑO
martes, 5 de enero de 2021
NOCHE DE REYES
DESGARRO EN
NOCHE DE REYES
Tarde de estreno enero. Tarde
de inocente griterío, de sorpresas y juguetes,
tarde de serpentinas y caramelos. Tarde
de frío, mil gotas jugando a
nieve.
Plazas, calles, coches,
muchos en peleas de claxon. Murmullos sin alma.
Desde mi volante, veo a ratos, sólo a ratos,
al mendigo, colilla entre labios, cabizbajo,
atuendo a jirones, mochila
sobre lomo desgarrado…
Su mirada perdida en el absurdo navideño.
Y gentes más perdidas entre sus celofanes.
Detengo mi volante. Trato de aparcar
para comprarle calor humano.
Por detrás, me gritan con
parpadeo vecino,
Insistentemente. Acelero. Prisas, muchas prisas…
Aquel hombre quedó atrás con su silencio,
su pasamontañas viejo y negro,
su colilla entre labios ya apagada,
y sus
escarpines raídos
golpeando
heladamente el suelo.
Y en el
escaparate de la izquierda, gentío,
entre
villancicos, estrellas, pastores, magos,
y un bello niño
recostado en inmensa ausencia,
¡sin
lamentos!
miércoles, 30 de diciembre de 2020
¡FELIZ AÑO NUEVO!
lunes, 21 de diciembre de 2020
FELIZ NAVIDAD
![]() |
Pintura de Encarnita Ocaña |
GLORIA Y PAZ
Nace el alba de los nuevos tiempos,
silenciada para los
ilustrados,
y manifestada a los pobres
y sencillos.
Es el nuevo amanecer que
une cielo y tierra,
cantando la gloria de Dios,
gritando paz para las
voluntades buenas.
Nace el alba. Destruye las
tinieblas
del pueblo en marcha,
y su luz conquista la
inmensidad celeste.
Es un nuevo amanecer
que funde los grilletes de
la esclavitud,
de la exclusión,
de la marginación
y engendra el gozo de la
libertad.
Nace el alba entre pañales.
Gloria en el cielo
y paz en la tierra
atestigua la legión de los
solidarios
de la gran Alegría.
A pesar de las penas que
lloró el alba
cuando encontró cerrada
la puerta de mi posada…
viernes, 11 de diciembre de 2020
EN LA OTRA ORILLA
Necesitamos nuevas coordenadas para encontrar la posición que nos adentra en la Luz. Una nueva conciencia que nos permita ver lo esencial que es “invisible a los ojos”, como escribió Antoine de Saint-Exupéry. El verdadero valor de las cosas no siempre es evidente. El tiempo de Adviento nos trae un mensaje que no puede desenfocarnos de lo esencial: camino que nos abre a la Luz. Para ello es necesario prestar atención a la “periferia”, como repite muchas veces el Papa Francisco, si queremos ver el mundo tal cual es… donde está la miseria y la exclusión, los sufrimientos y las penurias, la enfermedad y la soledad, pero donde está fundamentalmente el marco de todas las posibilidades. Feliz Adviento, si desde nuestra orilla esperamos al Señor de la Luz, con el compromiso de derribar muros y construir puentes, ¡nuestro cometido cristiano! Feliz Adviento, si desde la generosidad y la solidaridad nos ubicamos manifiestamente en esa otra orilla de la esperanza pascual.
Esto pasaba en Betania en la otra orilla del Jordán… (Jn. 1,6-8.19-28)
En la otra orilla, en la Betania global,
donde
la gente parece nadie
—sólo
lucha anónima y compromiso silencioso—
está
el punto de encuentro de todos los testigos
de
la Luz.
Es
en esa orilla, fuera de la ciudad santa,
fuera
del señorío religioso,
donde
la voz cobra vida para allanar el camino
al
que es la Luz.
Es
en esa orilla sin honores ni cargos,
en
la Betania de la calle,
lejos
de la sociedad de los altares,
donde
nadie se apropia la exclusiva de la verdad
transformadora.
Es
en esa orilla, al otro lado del Jordán
humano,
con
entraña expectante,
donde
surge el eco del Espíritu,
testimonio
de la Palabra hecha carne.
En
esa otra orilla es donde los obreros
gastan
la vida en abrir caminos de buena nueva
al
que ha de venir,
al
que ya está, en su presencia velada,
entre
los humildes y desgraciados de la tierra,
entre
los sembradores de buena voluntad.
* * *
Señor,
Luz verdadera, estás en medio de nosotros
y
aún no te conocemos, a pesar de los siglos…
Tal
vez porque nos cegamos en nuestras propias
y
pobres luces.
Que
tu Espíritu nos tienda su mano para portar la antorcha,
a
sabiendas de que sólo Tú eres la luz verdadera.
Que
medie tu Espíritu entre nosotros para interpretar la obra
a
sabiendas de que sólo Tú eres el protagonista.
Que
tu Espíritu nos ayude a entonar la partitura
a
sabiendas de que sólo Tú eres la melodía.
Que seamos, Señor, sólo la voz que clama en el desierto,
para no eclipsar el universo de la esperanza pascual.
domingo, 6 de diciembre de 2020
INMACULADA
sábado, 28 de noviembre de 2020
ADVIENTO
Comenzamos un nuevo año litúrgico. El Adviento es el tiempo para abrir la Palabra de Dios que invada nuestra vida y nos ayude preparar el camino al Señor. En estos tiempos de pandemia nos parece sentir el llamado de Dios que nos invita a despertar, a no permanecer dormidos, antes bien tener los ojos bien abiertos, vigilantes para aprender a leer los signos de los tiempos, estos tiempos que domina la pandemia viral. Vigilar supone asumir, con la gracia de Dios, la responsabilidad que nos ha puesto en nuestras manos. El vigilar nos tiene que llevar a superar la superficialidad con que llevamos nuestra vida, a desmantelar los engaños que nos creamos ante las necesidades personales, que nos llevan a buscar de manera desenfrenada aquello que creemos que nos da la felicidad. Vigilar es sobre todo mirar a los hermanos alejados, pobres, abandonados en las cunetas de nuestra historia humana, y escucharles en sus propias miserias, desde nuestro corazón... Si nos mantenemos despiertos veremos las sorpresas que Dios nos da cada día, en la reconstrucción de nuestros caminos.