lunes, 20 de junio de 2022

SENTIMIENTOS


     ¡CUÁNTO OS QUIERO!

 En medio de mis horas amargas,
Hugo y Leo,  mis maños queridos,
oigo, escondidos en mi corazón,
vuestros dulces “ayyyy” de amor.
 
En silencio, calladamente,  hoy
me entrego al bisturí obediente,
como un juego, un paseo de vida
en una noche oscura y amiga.
 
Y  pronto, pronto, una luz divina
me despertará más que travieso,
para poder gritaros de nuevo:
¡ayy, mis niños, cuánto os quiero!
 
                  FIELMENTE
 
Y si he de irme, no  llores mi ausencia,
ni  te ocultes en dolor dolorido.
Que al Cielo yo del todo no me he ido,
si  en mi navegar, la estela es tu esencia.
 
Ahí vivirás mi abrazo, mi beso.
Mi gozo celeste será tu gozo.
Tu esperanza, sí, mi propio alborozo,
y tu propia fe, la fe que profeso.
 
Si aquí se queda mi alma, te prometo
la fortuna de seguir amándote
desde mi corazón,  un trasto inquieto,
 
como arriero de amor pagándote.
A ti, Pepita,  fielmente someto
mi  senda, cual sea.  ¡Dios es mi dote!

              LA PRÓRROGA

A mis amigos,

mis hermanos

 
Es el momento. Llega el celador.
Enmudezco y mis ojos ya los cierro.
Siento que me alejo de ésta mi vida…,
y alguien (¡tal vez yo!)  musita prórroga.
 
Tumbado ya en cama de quirófano,
noto que mi vista ya se me nubla
que mis palabras así ya se enredan…
 Y más siento que ya no siento nada.
 
Ay, en esa paz de sueño asistido,
sobre mi corazón roto, trastean
unas manos graves el bisturí,
 manos amigas,  unas manos sabias.
 
No duerme (¡qué dolor!) quien piensa en mí.
Sus ojos que derramaban sonrisas
ahora  son lágrimas que derraman
ante el Cielo soberano y ¿callado?...
 
Habla  en el silencio. No es utopía.
Dejadme confiar en la prórroga.
Es el momento. Llega el celador…
Mirad y escuchad. ¡Dios es mi prórroga!
 

sábado, 18 de junio de 2022

CORPUS CHRISTI

 


Hoy Corpus…
Vibro por ser harina amasada de tu trigo
y uva triturada de tu lagar.
Vibro por ser altar labrado
a tu vera
en alianza fraterna.
 
Vibro por ser embarazo de un mundo
con techo, con tierra
con trabajo,
hostia que esconde savia nueva,
diseño vivo
de justicia, paz, verdad…
 
Vibro por ser Corpus tuyo,
retazo de un pan
que se multiplica entre los hermanos
sobre el arrellano fatigado de nuestro planeta.
Retazo de la uva derramada
sobre el cáliz humano de todos los sufrimientos.
 
Hoy Corpus
de un Dios humanizado
roto en pedazos de amor
por las samaritanas solteras,
engañadas, violadas
defensoras del niño de sus entrañas.
 
 Hoy Corpus
de los cristos que jamás dicen “no puedo”,
cuando se trata del pan de sus hijos.
 
Corpus Christi, sagrario santo,
hermanado con el hambre y la sed
del asfalto cubierto de verde esperanza.