sábado, 28 de septiembre de 2019

LLAGAS


…estaba echado en su portal, cubierto de llagas.
(Lc.16, 19-31) 


Mil millones de hambrientos claman
por las migajas de los poderosos
satisfechos.

Ni las sobras son el erario de los pobres
sin techo,
actores de penurias.

Ni el agua que sobra a los abastecidos
es para ellos, los sedientos
cubiertos de llagas.

Ellos, ciegos, cojos, lisiados,
mendigos hundidos
por la indolencia de los opulentos.

* * *
Las moscas se apilan sobre la hambruna
de niños de piel y hueso,
lazarillos pudriéndose en la indiferencia
globalizada.

Mientras,
esclavos deseos justifican los despilfarros…
y miran al cielo
para que su Dios cuide los graneros.

Un látigo,
tal vez, nos haría caer en la cuenta.

El corazón no necesita dinero,
los dispendios son blasfemias en calles y rezos,
los perros lamen las llagas de tus Lázaros…

Azótanos, Señor.
Y conviértenos al gozo de compartir.

sábado, 21 de septiembre de 2019

LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS


Todo el mes de septiembre está dedicado devocionalmente a la Virgen de las Angustias, erigida patrona de Granada por el Papa León XIII. Pero el origen devocional de la Virgen de las Angustias en Granada se retrotrae a los primeros años de la época cristiana de la ciudad.  Ya los Reyes Católicos, y principalmente  la reina Isabel, fueron muy devotos de la Virgen  bajo la advocación de la Dolorosa en el misterio de tener, al pie de la cruz, a su Hijo muerto en brazos. También dieron prueba de su devoción mariana de las Angustias  Felipe II, Juan de Austria y Fernando VI.

Es larga la tradición sobre la protección que realizó la Virgen de las Angustias en diversas catástrofes como sequías, terremotos, plagas y epidemias y, sobre todo, con los terremotos de 1884 que asolaron numerosos pueblos de la provincia, librándose Granada de tal calamidad. De ahí, la solicitud del Ayuntamiento de Granada al Papa León XIII,  pidiendo que declarase Patrona de la ciudad a la Virgen de las Angustias. El 5 de mayo de 1887, el Papa concedió la gracia de nombrarla  Patrona de Granada.

Desde entonces, de manera especial, la fiesta de la Virgen de las Angustias es muy popular y despierta gran devoción entre los granadinos. Durante este mes de septiembre pasan por su templo todas las corporaciones locales de Granada a rendirle culto.


Este año, el primer evento festivo empezó el domingo pasado, día 15,  a las puertas de la Basílica con la Ofrenda Floral, y seguirá el último domingo, día 29, cuando la Patrona de Granada salga en procesión por las calles de la ciudad, sin duda llena de gente venida de toda la capital, provincia y ciudades vecinas. Granada se engalana estos días. Y la Basílica luce sus mejores galas. Es el mejor momento para visitarla y contemplarla en todo su esplendor. Las flores cubren la fachada durante casi una semana tras la multitudinaria ofrenda floral, se abren las puertas grandes y repican las campanas con gran alegría. El centro de Granada se llena de puestos que ofrecen gran variedad de frutos de otoño y la tradicional torta de la Virgen. Son: membrillos, castañas, azufaifas, dátiles, serbas, almesinas, higos, acerolas, nueces, almendras, chirimollas, papayas, guayabas, los chumbos últimos ya de la época y las propias granadas que hacen en este tiempo su aparición… Días entrañables para visitar Granada y conocer una de las tradiciones más arraigadas de Andalucía.

 La imagen actual de la Virgen de las Angustias se atribuye a Gaspar Becerra en torno a 1550. Y su nombre de Angustias se refiere al misterio de los Dolores de la Virgen. Tanto el nombre de Virgen de las Angustias como la imagen de la Virgen con el Hijo muerto en su regazo y la cruz a sus espaldas han sido siempre referentes de Granada, de la devoción que le profesa a su Patrona como defensora y amparo de la Ciudad.

He aquí el himno que toda Granada canta a su patrona:


Oh Virgen de las Angustias,
Reina y Madre de Granada
que es a tus plantas postrada,
hoguera de fe y amor.

En la vida y en la muerte,
protégenos con tu manto
y nos consiga tu llanto
el amparo del Señor.

Hay una madre de amores
que adora granada entera,
la virgen de las angustias,
la que vive en la carrera. 


domingo, 15 de septiembre de 2019

TERNURA ORIGINAL


Ese acoge a los pecadores y come con ellos…
(Lc. 15,1-32)

He dilapidado tu riqueza, Padre mío,
he roto ciegamente tu lazo umbilical.
Una vez, y otra, y otra,
he partido a países lejanos
sin reparar en tu ternura gratuita.

Me he encontrado en mundos
de muerte,
insoportable tristeza
entre falsos ídolos.

En mis nieblas,
he recordado por fortuna
la palabra de tu Hijo, el Nazareno,
revelando tu corazón de Padre bueno.

Y me levanté para salir a tu encuentro.
En el camino
—¡oh frescura sustancial!—,
me topé con tu abrazo.
Eras sonrisa de niño grande,
esencia de Dios nupcial.

Ahora,
en mis silencios hay música,
hay calma en mis tempestades,
en mi soledad hay brisa de paz…

¡Abba, ternura original!

sábado, 7 de septiembre de 2019

AVENTURA RADICAL


Si alguno se viene conmigo…
(Lc. 14, 25-33)

Si duras son tus palabras, Señor,
más que gratificante
es mirarte como promesa de vida,
¡Tú vas, Señor, marcando mis pasos!

Te desprendiste del Padre
y vestiste la túnica de la pobreza
y la cruz,
como aventura radical de amor.

Desde entonces,
pasado, presente, futuro,
muerte y desesperación,
lucha y fatiga,
gritan radicalmente a la vida.

El mundo,
esclavo del consumismo feroz,
domesticado en su ambición,
grita a la raíz de la vida.

Las gentes, también,
atrapadas en el poder y en el dinero,
atadas a las mil hipotecas del alma,
gritan radicalmente a la vida,
¡con dolores de parto!…

Yo he tomado ya tu cruz,
¿desde mis miedos, puedo seguirte, Señor?

domingo, 1 de septiembre de 2019

AMNESIA


… y ellos le estaban espiando.
(Lc.14, 1.7-14)

Hoy, Señor, ilusionado por verte,
me he colado entre los poderosos
y afamados jefes invitados a la comida…
Allí no estabas Tú.

Te he buscado sin desmayo
entre las primeras mesas
trajeadas de anillos y collares…
Allí no estabas Tú.

Entre las túnicas de los más puros,
tus consagrados,
luciendo medallas bendecidas…
Allí tampoco estabas Tú. Y me he ido.

Sí, me he ido
a la fuente que acaricia los helechos,
a la pequeña ola que invade mansamente la arena.
Me he ido a la brisa que susurra gozo al alma…

Me he ido
a la habitación 307 de la tercera planta del hospital,
y a la chabola junto al puente de la autopista,
y al silencio de la arboleda que reza…

Y allí estabas Tú…
Allí, al descubrir el menú de tu presencia,
confieso haber olvidado tus pistas…
Perdona, Señor, mi amnesia.