domingo, 24 de noviembre de 2019

EL PARAÍSO


Hoy estarás conmigo en el Paraíso.

(Lc.23, 35-43)
Cuando su vida de ladrón ha sido purgada
con el testimonio de su fe…

Hoy estarás conmigo en el Paraíso.

Porque Tú eres rey.
Rey de los judíos en el pesebre.
Rey lejos de las aclamaciones tras el pan de Galilea.
Rey sobre una borriquilla junto a la grandeza de Jerusalén.
Rey nazareno sobre la cruz, a instancias de Pilatos.
Hoy estarás conmigo en el Paraíso.
Por bandera de tu reino te ciñes una toalla.
Por cetro usas la jofaina de los pies.
Por mitra, una corona de espinas.
Tu himno real,
los improperios a voces mixtas.
Tu trono es la cruz.
Tu arma, el corazón traspasado.
Tu ejército, el Espíritu al frente de niños y viudas,
de sordos, ciegos, leprosos, paralíticos…

Hoy estarás conmigo en el Paraíso.

Rey, carpintero de Nazaret,
tus seguidores son Lázaros y Nicodemos,
y los pescadores del lago,
y los publicanos y prostitutas…

Tu alforja la llenan los enfermos de nuestros hospitales,
las lágrimas enjugadas en el luto,
los perseguidos por ser tus discípulos,
los pobres,
los pacíficos, los limpios de corazón,
los que gastan su vida por los hermanos en el trajín de cada día…

Rey de los judíos, que estás en el Paraíso,
llena conmigo tu alforja.


Hoy estarás conmigo en el Paraíso.
(Lc.23, 35-43)
Cuando su vida de ladrón ha sido purgada
con el testimonio de su fe…

Hoy estarás conmigo en el Paraíso.

Porque Tú eres rey.
Rey de los judíos en el pesebre.
Rey lejos de las aclamaciones tras el pan de Galilea.
Rey sobre una borriquilla junto a la grandeza de Jerusalén.
Rey nazareno sobre la cruz, a instancias de Pilatos.
Hoy estarás conmigo en el Paraíso.
Por bandera de tu reino te ciñes una toalla.
Por cetro usas la jofaina de los pies.
Por mitra, una corona de espinas.
Tu himno real,
los improperios a voces mixtas.
Tu trono es la cruz.
Tu arma, el corazón traspasado.
Tu ejército, el Espíritu al frente de niños y viudas,
de sordos, ciegos, leprosos, paralíticos…

Hoy estarás conmigo en el Paraíso.

Rey, carpintero de Nazaret,
tus seguidores son Lázaros y Nicodemos,
y los pescadores del lago,
y los publicanos y prostitutas…

Tu alforja la llenan los enfermos de nuestros hospitales,
las lágrimas enjugadas en el luto,
los perseguidos por ser tus discípulos,
los pobres,
los pacíficos, los limpios de corazón,
los que gastan su vida por los hermanos en el trajín de cada día…

Rey de los judíos, que estás en el Paraíso,
llena conmigo tu alforja.

domingo, 17 de noviembre de 2019

LA SUPREMA LEY


Estimado Director, permítame dirigirme, a través de esta carta, a José Carlos Ortega Ocaña, mi alcalde en Huétor Santillán. Y es que Huétor Santillán “is different”, por emplear el famoso el eslogan sobre España de hace algún tiempo... En efecto, un pueblo diferente. Los alcaldes, en especial los últimos regidores, han sabido dejar buena huella en sus mandatos anteriores. Todos desearon unirse por un pueblo mejor, por encima de la disciplina partidista. Todos, con sus aciertos y errores.  Así se explica la digna lucha por las alternancias políticas en tiempos electorales. Y es que ser presidente de este municipio implica mucho honor.
Y tú, José Carlos, desde que las urnas han dicho cambio, bien pasados los cien días, eres el punto estrella por tu juventud, tus deseos inalterables de hacer realidad tus sueños de servir al pueblo, como otrora han hecho tu abuelo Acacio y tu padre Enrique, de feliz memoria.
Porque si el arte de la política consiste esencialmente en ser un maestro del oportunismo”,  según escribió Michael Ignatieff, bien es cierto que  te veo felizmente oportuno, tratando de llevar a cabo punto por punto tu programa electoral. Con casi medio año de gobernabilidad vas marcando con enorme solvencia los hitos de tus compromisos con un equipo humano muy unido. No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. Eso dice de tu labor al frente del municipio.
Me tomo la licencia, como viejo hueteño de adopción, de darte algunos consejos, porque eres un joven de buena cabeza y gran corazón. Y muy soñador.  Has demostrado ser un gran soñador, pero con los pies bien en tierra. Y eso te engrandece.
Que tu gestión sea siempre transparente al frente del municipio. Que no decaiga tu entrega al pueblo, por encima de las comparaciones partidistas y de las ínfulas  que producen los “egos”. No seas un “político” de los que pululan por las aceras de nuestra  sufrida democracia, sino un servidor “concejal” (por etimología, conciliador) que sabe escuchar, antes de hablar o mandar. Como buen demócrata, no quieras el silencio de la oposición. Ni te arrimes al poder que corrompe.
Ánimo, José Carlos. Muy pronto vas a cumplir medio año al servicio de las cuatro banderas emblemáticas de nuestro Consistorio. Felicidades, porque el bien del pueblo sigue siendo tu suprema ley.

viernes, 8 de noviembre de 2019

NUEVAS ELECCIONES


El cuento no es otra cosa que “una narración breve, de sucesos ficticios, especialmente la que va dirigida a los niños”. Nos habéis tratado de niños, o de tontos que no es lo mismo…
Mientras vivís del cuento, del cuento de nunca acabar… nosotros  nos preparamos para votar, en lugar de estar “botando” la pelota, distraídos en otros menesteres, o riéndonos de vosotros.
Es de iluso pensar que estáis ahí para trabajar por nosotros,  españolitos de a pie, para buscar soluciones a los problemas de los votantes. Perdonad que os meta a todos en el mismo saco. Pero es que ya van ¡¡¡cuatro elecciones seguidas en tan poco tiempo!!! Y eso habla de vuestra mediocridad política que hace causa común con la palabrería y las promesas electorales como narcóticos para empujarnos a las urnas. Os parapetáis tras sueldos alarmantes, tras promesas que huelen a corrupción y -¿por qué no decirlo?- tras la “idiotez” (atención a la etimología) de los sufridos electores…
Millones de telespectadores hemos tenidos la “osadía” de seguir vuestro debate. Y viendo el deterioro de nuestra piel de toro, que algunos llevan tiempo deseando hacerla añicos, entiendo eso de la “ineptocracia política”.
Pues eso… A seguir viviendo del cuento o del embuste que es lo mismo. A no ser que tras estas elecciones os llegue el tiempo de la conversión, como un adviento que ya llega por ahí. Habrá que daros una nueva oportunidad… Nosotros, niños o tontos de los cuentos, iremos a votar. ¡Contad con ello!



domingo, 3 de noviembre de 2019

VER A JESÚS


Se subió a un sicómoro para verlo.
(Lc.19, 1-10)

Yo, Señor, pequeño como Zaqueo,
quiero subirme al sicómoro de mi vida
y verte.
Verte, por más que me lo impida
la multitud de mis pequeñeces.
Verte al cruzar tu mirada en mi camino.
Que en verte está el cambio radical de mis noches.
El arte de tu ternura no entiende de críticas ajenas,
ni quejas de cuantos desde los santuarios
rezan
y se erigen en jueces de las personas.
Tú haces familia en el templo,
sí,
y fuera del templo aún más,
entre los encaramados a los árboles de sus sufrimientos.
Eres gallardo galileo de la generosidad,
ladrón de corazones arrepentidos,
abanderado de la cofradía de los Zaqueos,
y autohuésped de la dignidad humana.
¡A pesar de cuantos a tu vera
no paran de construir obstáculos!
Señor, dame el coraje de tu esencia,
que, en bajarme de mi sicómoro, como Zaqueo,
quisiera entre los pobres
esparcir la mitad de mi hacienda…