miércoles, 29 de enero de 2014

Mas Mesias





Artur Mas, se ha metido a "mesías", y le asiste, por supuesto, todo el derecho. Pero no ha de olvidar que todo mesianismo, si es salvación, pasa por la cruz… Debe saber, pues, que es muy libre de autoinmolarse en aras del independentismo patriótico que defiende, pero nunca desafiando a la Historia, a la Constitución, a la Unidad nacional.  Por ello, no es libre para “obligar” a todo el pueblo catalán, noble y trabajador, a tomar la cruz sin sombra de redención…
Es fácil desde su palestra manipular al pueblo y usarlo de marioneta, como tantos políticos congéneres. Y es muy fácil jugar a mesías, vendiendo al pueblo un futuro “sin manual de instrucciones”, encubriendo el precipicio que hay detrás de sus soflamas, ínfulas, etc.
Someter a referéndum la integración nacional con tantas mentiras (o, al menos, medio verdades) por medio, es quebrantar la voluntad de muchos catalanes que, cuando menos, se han graduado el mismo día del nacimiento de la democracia… Avasallar, aturdir es el camino de su mesianismo.
Erigiéndose en representante-mesías de la población catalana, se rebela contra la ”ocupación española”, y con discursos incoherentes pretende “emular” el tratado de Utrecht o la batalla del Bruch…
Artur Mas confunde el catalanismo  político, como culminación de un proceso de afirmación de la conciencia nacional catalana,  con la insubordinación  callejera a la que llama siempre en contra de la Constitución aprobada por las Cortes  y ratificada en referéndum popular en 1978.  
Su obstinado mesianismo le ha llevado a un callejón sin salida, con su autoinmolación inherente.

 

 

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