sábado, 30 de abril de 2016

ACOBARDARSE

Que no tiemble vuestro corazón
ni se acobarde. (Jn. 14, 23-29)


Amarte, Señor,
es la llave que en la tierra abre tu cielo,
es la brasa encendida que permanece,
es la opción libre de tu cristianía.

Amarte, Señor,
es vestirme la novedad pascual
frente a cualquier desafío,
es ajardinarme entre flores que no se marchitan,
y frutos que no se secan.

Amarte, Señor, 
es guardar tu palabra y gozar de la paz
que el mundo no da,
es entender tu vuelta al Padre
para enviar al Espíritu prometido.

Amarte, Señor
es el privilegio de todas mis libertades,
es la vida que gesta el revulsivo contra el miedo
 y la cobardía.

No tiembla mi corazón
ni se acobarda,  Señor,
pues Tú eres manantial de Luz,
de Verdad 
                 y de Vida.

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