sábado, 17 de diciembre de 2016

EMMANUEL

…y le pondrá por nombre Emmanuel.
(Mt. 1, 18-24)



Con la disponibilidad de María,
 nuestro corazón vigila
para que no pases de largo.

Con la lealtad de José,
nuestra decisión es firme
para que te detengas a nuestro lado.

Con disponibilidad,
con lealtad,
nos plantamos a la espera.

No tardes, Emmanuel,
en  iluminar nuestro camino.
Apresúrate, Salvador,
que nos podemos cansar de esperar.

Ven, Señor.
Despierta  nuestro mundo del sueño ausente.
Que no se pierda en el bosque del olvido.
Allana sus altas cumbres que le impiden verte.

Ven ya.
Estamos  a la espera, Señor,
Dios-con-nosotros,
entre el gozo íntimo de María,
y la alegría silenciosa de José.

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