lunes, 24 de abril de 2017

SONETO A LOS 80

MARÍA

Un sol guiñaba cariño a la luna:
Juan de Dios que desposaba a María.
Volcando vida en sus hijos quería
ser timonel de estrellas con fortuna.

Mas el sol sin esperar, en la bruna
noche se durmió dejando a María,
derramada en su propia sombría,
fiel arriera y audaz  como ninguna.

Sensible y con  bravura hizo camino
en duros inviernos y en los estíos.
Puerta abierta  fue siempre su destino.

Con alegrías y penas sus bríos
enlazan con el cielo más divino.
Hoy octogenaria ama con delirio. 

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