El que tenga dos túnicas
que se las reparta con el que
no tiene…
(Lc. 3.10-18)
Justicia y fraternidad
es la voz que mana del Jordán,
donde el bautismo reparte las túnicas,
comparte el pan,
no engaña, no extorsiona…
Es el agua que baña la ilusión de vivir
en el horizonte de cada vida…
La razón de mi alegría
es sentir cerca al que supo compartir su vida
en el espacio global de la humanidad.
A orillas del Jordán, Señor,
escuchando a tu precursor Juan,
he aprendido a esquivar las heladas del corazón,
y a compartir el calor del espíritu.
He aprendido a encarar
el desasosiego y la tristeza
y a comunicar tu alegría
desde parcelas de sobriedad
y solidaridaridad.
Como el agua fluye por el Jordán
o la sangre brota de tu corazón traspasado
que sepa compartir la túnica de mi alma,
el pan de mi corazón,
el aliento de todo mi ser por la justicia y la paz
verdaderas.
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