viernes, 26 de agosto de 2016

AMNESIA

… y ellos le estaban espiando.
(Lc.14, 1.7-14)


 Hoy, Señor, ilusionado por verte,
me he colado entre los poderosos
y afamados jefes invitados a la comida...
Allí no estabas Tú.

Te he buscado sin desmayo
entre las primeras mesas
trajeadas de anillos y collares…
Allí no estabas tú.

Entre las túnicas de los puros, 
tus consagrados,
luciendo medallas bendecidas…
Allí tampoco estabas tú. Y me he ido.

Sí, me he ido
a la fuente que acaricia los helechos,
a la pequeña ola que invade mansamente la arena.
Me he ido a  la brisa que susurra gozo al alma…

Me he ido
a la habitación 307 de la tercera planta del hospital,
y a la chabola junto al puente de la autopista,
y al silencio de la arboleda que reza...

Y allí estabas Tú…
Allí, al descubrir el menú de tu presencia,
confieso haber olvidado tus pistas…
Perdona, Señor, mi amnesia.

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