domingo, 28 de agosto de 2016

EN LOS BRAZOS DE ITALIA


A Ana de Víznar 
y demás víctimas del terremoto.


Soy vida varada en la desolación, 
al ver el infierno vil cruzarse con la gloria
de un pueblo en paz,
rodeado de luna, de sol, 
de montañas, de rellanos,  
de flores en sus calles, en sus casas,  
de verdor infinito, de esperanza... 

Hoy he muerto un poco 
en los brazos de Italia.

Atravieso sus vientos a través de la espesura,
inquilina de dolor  y muerte...
                                                 Y confieso 
que cada poro de sus escombros es un secreto  
que guarda en sus entrañas. 
 
                                                 Y pienso...
Vosotros,
que matáis impunemente las flores,
como a Jacques al pie de su altar... 
Que aturdís los cinco añitos de Omran
sobre la agonía de Alepo. 
Que sois incapaces de llorar
al pequeño Aylan en la playa turca...

Vosotros, 
mirad esa Italia destruida,
que recorre sus cuerpos yertos.
Indagad en la elocuencia
de sus piedras caídas sobre tantas vidas
y liberad ya de rima vuestros versos...

Vosotros todos,
desertad de vuestras ruindades
y acompañadme...
          Que hoy he muerto un poco
en los brazos de Italia.

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