sábado, 3 de septiembre de 2016

AVENTURA RADICAL

Si alguno se viene conmigo…
 (Lc. 14, 25-33)


Si duras son tus palabras, Señor,
más que gratificante
es mirarte como promesa de vida,
¡Tú vas, Señor, marcando mis pasos!

Te desprendiste del Padre
y vestiste la túnica de la pobreza
y la cruz,
como aventura radical de amor. 

Desde entonces,
pasado,  presente, futuro,
muerte y desesperación,
lucha y fatiga,
gritan radicalmente a la vida. 

El mundo,
esclavo del consumismo feroz,
domesticado en su ambición,
grita a la raíz de la vida. 

Las gentes, también,  
atrapadas en el poder y en el dinero,
atadas a las mil hipotecas del alma,
gritan radicalmente a la vida,
¡con dolores de parto!...  

Yo he tomado ya tu cruz,
¿desde mis miedos, puedo seguirte, Señor?

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