sábado, 16 de febrero de 2019

VOSOTROS


Dichosos vosotros… Ay, de vosotros…
(Lc. 6, 17. 20-26)


Qué desventura, Señor,
cuando te has detenido en el llano
de la vida,
y he escuchado el eco de tu palabra
contra la saciedad atrevida,
contra la impiedad de los dineros,
contra la vaciedad de las risas…

He sentido  lo doloroso de tu mirada,
en la paz de la llanura,
que clamaba ¡ay de vosotros!…

Qué ventura, Maestro,
cuando has bajado ¡de lo alto!,
y  has dejado claro
que el evangelio es para los pobres,
y la alegría, para los que lloran.
Que la libertad es para los explotados,
y el gozo del Espíritu, para los que oran…

Al final,
he escuchado el eco amoroso
del monte
que clamaba ¡dichosos vosotros!...

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