…e inclinando la cabeza
entregó el espíritu.
(Jn, 18,1-19,42)
Silencio. El Cordero es
llevado al matadero.
Camino de pasión para el
grano de trigo,
única verdad en el
espectáculo cruel,
esperanza que deslumbra a
la muerte
desde el otro lado del
Cedrón…
Silencio. El cordero va a
ser inmolado.
No os confunda el tumulto
con sus gritos.
No lloréis lágrimas de
compasión
con sus liturgias que no
salvan.
El cáliz amargo del
Cordero
se hace presente en la
historia de los humanos.
Silencio. Porque la
víctima
comparte con el mundo el
dolor,
como precio sangrante de
su fidelidad.
Reo es de muerte Jesús el
nazareno
y con Él todos los
nazarenos
del hambre y la sed,
de la marginación y de las pateras,
de las violencias inhumanas…
y de cuantos alzan las
armas de la paz.
Silencio.
Cuando todo parece
cumplido,
cuando el silencio del
Cordero parece ya acorralado,
estalla en luz el madero.
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