Hemos despedido el mes de junio con una cita inolvidable. El campo de
fútbol de Huétor Santillán ha sido un hervidero de emociones. La muerte
prematura de Manolo Martínez, ha logrado llenar de dolor los meses de su ausencia en el pueblo
y, más aún, en su Peña querida. Pero no ha conseguido borrar la grandeza de esta
alma del futbolismo hueteño.
En la tarde del pasado domingo, autoridades, entre ellas el Diputado provincial de Deportes, Alcalde, Concejales y miembros de la oposición, así como miembros de la Guardia Civil, han acompañado al pueblo, animado por la Peña de Fútbol, en un merecido homenaje al hombre que ha aunado voluntades e ilusiones durante tantas tardes de tantos años en torno al esférico de tantas pasiones… ¿Quién mejor, si no, su propio hijo, Luis Manuel, que tuvo el coraje, como hombre fuerte en medio de lágrimas, de dejarnos su testimonio? He aquí parte de sus palabras:
En la tarde del pasado domingo, autoridades, entre ellas el Diputado provincial de Deportes, Alcalde, Concejales y miembros de la oposición, así como miembros de la Guardia Civil, han acompañado al pueblo, animado por la Peña de Fútbol, en un merecido homenaje al hombre que ha aunado voluntades e ilusiones durante tantas tardes de tantos años en torno al esférico de tantas pasiones… ¿Quién mejor, si no, su propio hijo, Luis Manuel, que tuvo el coraje, como hombre fuerte en medio de lágrimas, de dejarnos su testimonio? He aquí parte de sus palabras:
“Hoy mirando
este campo, no puedo dejar de pensar en mi padre arbitrando sus partidos, y en
todos los momentos que mis hermanas y yo hemos vivido aquí con él. Era gran
aficionado al fútbol. A todos nos inculcaba su pasión por él. Luchó con uñas y
dientes para que el fútbol en Huétor fuera cada día a más, y que la juventud,
con la que tenía ese vínculo especial, estuviera metida en el deporte que tanto
amaba… Mi padre era un hombre grande, pero a la vez, sencillo y humilde, sólo
le gustaba presumir de sus hijos, de los cuales se sentía orgulloso. Le gustaba pasar desapercibido, pero siempre estaba
ahí cuando lo necesitaban, se sentía muy feliz estando en segundo plano, pero
esta vez no lo ha conseguido. Este monolito se quedará aquí para siempre, y me
gustaría que cuando pasen los años y muchos de nosotros yo no estemos, al
preguntar que quién era Manuel Martínez Díaz, aparte de ser un luchador por el
fútbol, digan que, sobre todo, fue una gran persona. Os tengo que dar las
gracias a todos por estar aquí… Este día no lo olvidaremos jamás.
Para
memoria de este homenaje,
ha
quedado inaugurado en el
campo
de fútbol un artístico
monolito,
obra del hueteño
Adolfo
Mesa. Y en Facebook
(en Peña
Deportiva de Fútbol de
Huétor
Santillán) encontramos
más
palabras entrañables sobre
el
generoso y llorado Manolo,
mecenas
del deporte hueteño.
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