sábado, 12 de noviembre de 2016

DISCERNIR


Cuidado que nadie os engañe.
(Lc.21, 5-19)



Nuestra condición humana conoce
turbación, fracaso, sufrimiento…                                                                           
No nos pillan desorientados los fatalismos
que tienen que suceder...

Ciertamente.
Tú no eres el señor de todos los males.
La vida y la paz son tus aliadas,
irremisiblemente,
aunque para el mundo estás bajo sospecha.

Ante el muro de las lamentaciones
y la espesura de tanto derrumbamiento,
la verdad hará su obra
con el ingrediente del discernimiento,
impuesto por la fuerza de la sabiduría.

¡Que nadie os engañe!

Saber discernir
aún cuando Él parece oculto entre tanta negrura,
aún cuando nuestros pasos se tambaleen en la lucha.
Discernir
en medio de los acosos,
teniendo por aval la palabra del Galileo.

Lucen ya en el horizonte una nueva tierra
y un cielo nuevo,
gracias a que el abrazo al madero
dominará para siempre nuestra suerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario