El aforismo griego "Conócete a ti mismo" ha sido atribuido en la antigüedad a varios sabios griegos. Y místicos de distintos credos lo han propuesto como principio de felicidad. En este sentido, y para nuestra supervivencia espiritual, no debemos ignorar el camino que propone la ética budista que no es otra cosa que motivar nuestra habilidad interior para enfrentarnos a las adversidades que nos invade la vida ajetreada de nuestra sociedad... Son razones que nos evitarán mucho sufrimiento.
Y junto a esta ascesis, el humor como terapia de vida feliz. En el "buen humor", como don que se comparte, puede descansar la fuerza interior, moral y espiritual, que nos abra a situaciones de gozo insospechadas.
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