viernes, 25 de octubre de 2019

¡HASTA CUÁNDO, SEÑOR!


Un bebé abrazado a su madre en el fondo del Mar Mediterráneo. Eso es lo que encontraron los buzos el pasado 15 de octubre a sólo 10 kilómetros de la costa de Lampedusa, Italia. No puedo quitarme esa imagen de la cabeza. Madre y bebé, junto con otras 28 personas, buscaban una vida mejor y se encontraron con la muerte. No lo habrás leído en casi ningún medio de comunicación, ni en el Twitter de ningún líder político. ¡¡¡Maldita indiferencia!!!
Lo peor es saber que se podía haber evitado. Oscar Camps, presidente de Open Arms, cuenta que su barco estaba en la zona, a pocas millas, y que vieron hasta tres aviones militares sobrevolando la zona, pero nada, no les avisaron. Las ONG siguen criminalizadas. La bondad no se lleva, nuestros dirigentes prefieren la indecencia.

El Mediterráneo sigue siendo el cementerio de la ignominia humana.

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