A Lourdes, a tantas Lourdes,
víctimas de amor… y de un loco
Gracias, mujer,
porque, en la marejada de desamor,
tus labios
exhumaban arrestos contra el profanador
de tus intimidades. Porque tu coraje
latía a diario hasta lo arcano del sufrimiento.
Porque
en la cuneta de tu denuncia, chillando por tus hijos,
te batías por sobrevivir al satélite de inmundicia
que parió nuestra sociedad.
Gracias, mujer,
porque tus pies de lealtad
corrían mil carreras de amor tras quien no te amaba.
Porque la fractura de tu libertad gangrenaba sus venas
de violador.
Porque te rebelabas contra la esclava
que él quería contemplar en ti.
Porque asumías con silencio gallardo
tu nómina de mártir en amor a tus hijos.
Gracias, mujer,
emparedada en el largometraje de tu calvario,
abatida tú,
como trigo en espera de ser triturado.
Gracias,
porque me duele la canalla humana
al verte yo mismo apeada de la vida
por un hachazo esquizofrénico.
Gracias, mujer, porque
sobre tu charco muerto lloran aún estrellas
que gritan gracias a ti,
que luchan gracias a ti
que vencen gracias a ti,
ancladas en la esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario