sábado, 4 de febrero de 2012

TE BUSCO

…le dijeron: Todo el mundo te busca.
 (Mc. 1, 29-39)





 
Te busco, Señor,
en esta hora cumbre de Cafarnaún
donde todo el mundo te busca,
donde se gesta tu comunidad.

Te busco en tu sed de humanidad,
y en la insatisfacción de gentes que corren a ti,
perdidas al ponerse el sol.

Te busco en este anochecer galileo
al calor del  hogar de Pedro y Andrés,
donde tú provocas alegría y contagias esperanza.

Te busco en el amanecer de tu oración,
en tu intimidad con el Padre,
donde reside la terapia contra toda  ambigüedad.

Te busco no como al curandero
que demandan en ti los galileos.
Busco en ti la mano que con amor arrollador
toca a los leprosos,
a los poseídos del mal,
a los esclavos, a los marginados…

Te  busco en la necesidad de romper todo legalismo,
en la premura de asumir el compromiso
de sembrar contigo en los campos de la ilusión.

Asediado por tanta falsedad que me rodea,
te busco, Señor, en el dinamismo de tu palabra auténtica
que enseña,
que ora,
que cura.

Te busco, Señor,
para que me contamines la urgencia de anunciar
tu amor a todos los hombres.

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