Están todos los pasajeros en la sala de embarque esperando la
salida del vuelo, cuando de repente llega el copiloto impecablemente uniformado
con anteojos oscuros y un bastón blanco tanteando el camino. La empleada de la
compañía aclara que, si bien es ciego, es el mejor copiloto que tiene la
Empresa. Al poco rato, llega el piloto, con el uniforme impecable, anteojos oscuros
y un bastón blanco, asistido por dos azafatas.
La encargada de la sala aclara que, también, el piloto es
ciego, pero que es el mejor piloto que tiene la Compañía y que, junto con el copiloto,
son la tripulación más experimentada. Con todos a bordo, el avión comienza a rodar,
tomando cada vez más velocidad y con los pasajeros aterrorizados.
El avión sigue tomando velocidad, pero
no despega... continúa la carrera y sigue en tierra. El final de pista está
cada vez más cerca y, en una explosión de histeria general, los pasajeros comienzan
a gritar como poseídos. En ese momento el avión, milagrosamente, toma altura. Entonces
el piloto le dice al copiloto:
-El día que los pasajeros no griten,
¡¡¡ nos la pegamos !!!
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