….estaba echado en su portal, cubierto
de llagas.
(Lc.16, 19-31)
Mil
millones de hambrientos claman
por
las sobras y migajas de poderosos
satisfechos.
Ni
las migajas que sobran
son
para ellos, los menesterosos,
los
pobres, los excluidos.
Ellos,
ciegos, cojos, lisiados,
mendigos
tumbados
en el
portal de la inercia
de los opulentos.
Ni
el agua que les sobra
es
para ellos, los sedientos,
cubiertos
de llagas.
…
Moscas apiladas sobre rostros de niños
desfigurados por la hambruna.
¡70.000 muertos de hambre
a diario!
Lázaros pudriéndose en la indiferencia
de las odiosas estructuras
Ni
las migajas que sobran de sus mesas
son el erario de ellos, los hambrientos.
Esclavos de deseos, todos
justificamos
nuestros despilfarros
y hasta miramos al cielo
para que Dios cuide nuestros graneros.
¡De una vez por todas, Señor!:
haznos comprender que podemos vivir
con mucho menos, .
Haznos saber lo felices que
seríamos
si en el corazón no tuviéramos dinero,
si nuestra sonrisa fuera siempre consuelo para los tristes,
si en las calles y en
los rezos gritáramos por los pobres,
si besáramos las
llagas de los Lázaros,
mejor que sus propios
perros.
Haznos saborear, Señor, la alegría de compartir. Amén.
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