sábado, 9 de noviembre de 2013

DERECHOS HUMANOS


Hace días en “Ideal” (Cartas al Director, 28.10.13) me hacía eco de los comentarios dolorosos que corrían por las indignadas calles de mi barrio granadino. El tema era la injusta  sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasbugo sobre la llamada “Doctrina Parot”.  Eco  que también subí a mi blog.  Hoy, amanece este sábado con la excarcelación de 9 presos de Eta, entre ellos el tal Troitiño, el sanguinario del Hipercor.  Me sorprende, primero, la decisión de la Audiencia Nacional de excarcelarlos “sin esperar al criterio del Supremo”, y, segundo,  que tal decisión fuera adoptada por la mínima diferencia de nueve votos a favor por ocho en contra.  ¡Válgame Dios! ¿Qué dirá de nuevo mi calle indignada del barrio?
El académico, sublime escritor, José García Román, escribe hoy un artículo de Opinión, sin desperdicio, del que entresaco el siguiente texto,  para animar a mis vecinos a una profunda reflexión, y a los jueces, y a los políticos… y a los mismísimos excarcelados:
“Lo que extraña, y no poco, es que no existan al menos unas condiciones de obligado cumplimiento: el arrepentimiento y la petición de perdón. Ninguna de estas actitudes devolverán la vida, pero se entendería mejor una libertad; aunque encadenada para siempre si existe un pequeño nido de principios en las entrañas del malvado derrumbado. Las víctimas llaman a las puertas de las conciencias. La Justicia, a las de los códigos. La paz exige  vencedores; y en una democracia real, sin aires justicieros. Nadie se debe permitir risas ni sonrisas en estos momentos, cuando los gritos del silencio de unos muertos nos impiden respirar; cuando el dolor por tantas vidas truncadas y humilladas nos deja el corazón en carne viva”.

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