sábado, 31 de diciembre de 2011

AÑO NUEVO


Señor, has venido,
y te cantamos villancicos.
No faltan luces ni guirnaldas
entre el buey y la mula.
En tu portal nos encontramos muy a gusto.
Hasta nos sentimos más hermanos.
Pero por otros años sabemos
que la carrera del tiempo
nos hará sus nuevas jugadas…


Señor, sigue viniendo a nosotros.
No te adormezcas en tu pesebre,
como algún día
sobre el cabezal de la barca de Pedro.
Sigue siendo nuestro anfitrión,
vecino de nuestras nuevas penas,
de nuestros nuevos errores,
también de nuestras nuevas alegrías…


Que siempre amanezca tu sol
sobre los posibles nubarrones del año nuevo
que hoy inauguramos
Que tu luna clara no deje de alumbrar la oscuridad
de nuestras noches,
a pesar de nosotros.


Sólo así nuestra esperanza,
que llevamos en vasijas de barro,
no se romperá.
¡Cuida, Señor, nuestra arcilla
                                    de año nuevo!

viernes, 30 de diciembre de 2011

GLORIA Y PAZ

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz…
(Lc. 2, 1-14)



Nace el alba de los nuevos tiempos,
silenciada para los ilustrados,
y manifestada a los pobres y sencillos.


Es el nuevo amanecer que une cielo y tierra,
cantando la gloria de Dios,
gritando paz para las voluntades buenas.


Nace el alba. Destruye las tinieblas
del pueblo en marcha,
y su luz conquista la inmensidad cósmica.


Es un nuevo amanecer
que funde los grilletes de la esclavitud,
de la exclusión,
de la marginación
y engendra el gozo de la libertad.


Nace el alba entre pañales.
Gloria en el cielo
y paz en la tierra
atestigua la legión de solidarios
de la Gran Alegría.


A pesar de las penas que lloró el alba
cuando encontró cerrada
la puerta de mi posada…

viernes, 23 de diciembre de 2011

FELICITACIÓN NAVIDEÑA

Os deseo de corazón una muy Feliz Navidad y un Año 2012 en el que reine la paz y el amor.

Aquí también puedes ver mi felicitación pulsando en  NAVIDAD 2011


NOËL
Mon gazon s’assoupit
sous la neige blanche,
en attendant la chaleur
du Soleil annoncé.

L'obscurité diminue déjà,
et montre déjà la lumière.
Il rajeunit le gazon
échoué dans l'espérance.

C'est un miracle d'amour:
le bon Dieu se fait chair.
Un portique d'illusion,
c'est un verrou à la rancune.

Joie de neige
qui vainc les enfers
du monde. Noël
c'est un incendie caché.

Et dans le portail un nouvel
hymne scelle la paix
de mon gazon endormi.



NADAL
O meu céspede adormenta
baixo a branca neve,
agardando a calor
do Sol anunciado.

A escuridade xa mingua,
e asoma xa a Luz.
Rexuvenece o céspede
varado na esperanza.

É milagre de amor:
o bo Deus faise carne!
Pórtico de ilusión,
é ferrollo ao rancor.

Alegría de neve
que vence os infernos
do mundo. É nadal
incendio escondido.

E no portal un himno
novo sela a paz
do meu céspede durmido.

domingo, 18 de diciembre de 2011

ODA A LA IGUALDAD

A Wata,
artillera de los derechos de la mujer.


Hablas, mujer, como quien canta. Cantas
como quien grita. Gritas
como quien lucha. Luchas, mujer,
luchas…
Que las ramas y los tallos del planeta,
sean amarillos o negros o blancos,
serán todos  iguales.

Cantas, y gritas, y luchas,  mujer...
Que las barcas y los remos  del planeta amado,
sean amarillos o negros o blancos,
serán todos  iguales.

Luchas, sí, mujer, y gritas, y cantas...
Que la piel y el coraje del planeta amable
sean  amarillos o negros o blancos,
serán todos  iguales.

Y yo canto, y yo grito, y yo lucho...
Que el sol no encadene la luna, que
la luna  no maniate el sol. Que las estrellas
aren igualdad en sus surcos.

Y juntos luchamos, y gritamos, y cantamos...

Que el hombre y la mujer,
la mujer y el hombre,
sean juncos que miren al cielo
desafiando desigualdades.

Hablas como quien canta. Cantas
como quien grita. Gritas
como quien lucha. Luchas...
Luchas, mujer, mordiendo caminos de esperanza.

Y en tus labios de luchadora yo dejo hoy
prendido mi beso.


sábado, 17 de diciembre de 2011

ÁNGEL GABRIEL


Envió Dios al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea…
(Jn. 1,6-8.19-28)


Gloria la tuya, ángel Gabriel.
Repentinamente, sorprendes  a María,
como el soplo del Espíritu sobre las aguas
en la génesis de la vida.

Gozaste, el primero, en ver la grandeza
de la fiel nazarena,
que se rindió a la voluntad de tu mensaje.

Fuiste el primero, Gabriel,
en descubrir la paz que la rodeaba,
confiada ella ciegamente en Dios,
ella, la favorecida.

Dichoso tú, Gabriel, ángel de Dios,
que gozaste de su respuesta
más allá de la ingenuidad,
como de mujer celeste en tierra firme.

Dichoso tú, varón de Dios,
que la topaste peregrina del silencio,
y de la sombra,
abierta a los nuevos horizontes,
en medio de su turbación.

Desparramaste tu aleteo de gracia virginal
en su hogar para que la pobreza
se vistiera de divinidad,
y la divinidad se humanizara definitivamente.

Y te fuiste repentinamente, mensajero,
sin dejar más rastro que el nido construido.

Todo fue en aquella insignificante aldea,
perdida en la Galilea de los gentiles.
La mujer dignamente pueblerina
y felizmente embrionaria,
fue, por tu palabra, luz para siempre
                en medio de nuestros caminos inciertos.

Gracias, Gabriel, ángel de Dios.

DESESPERANZA


Al amigo
que se bate en su noche.


Eres Dios,
y entre el resquicio de mis soledades intento verte,
mientras unos en su cortijo osan esconderte,
mientras otros te predican omnipresente, todopoderoso,
infinitamente generoso...

Eres Dios,
y el lastre de mi hipoteca cerebral
es nubarrón que acecha mi propio mal.
Sin bajarme de tono intento
y no puedo  -¡desaliento!-
cantar mi cruz,
en pos de la luz... ¡tu luz!

Eres Dios,
e incrédulo yo de tus providencias y sentimientos
me pierdo en avatares y sufrimientos.
Dicen de Ti humana búsqueda;
pero en mi chalana no queda
ni timón, ni remos, ni estrobos.
Sólo hombres más que lobos,
apretando gatillos, asfixiando futuros,
siempre con planes oscuros...

Eres Dios,
¿y moriré en mi desahucio?,
¿o resistiré,  aún confiado,
a este  mundo tan sucio,
       errado,
             globalizado?

miércoles, 14 de diciembre de 2011

SOBRE LAS CÉLULAS MADRES

por José-Román Flecha Andrés
Universidad Pontificia de Salamanca


Las enfermedades degenerativas limitan de forma dramática a los pacientes, afectan gravemente a sus familiares y son un auténtico desafío para la investigación actual.

En las dos últimas décadas esa investigación se centra en la obtención de células madre o células troncales, que pueden colaborar en la regeneración de los tejidos dañados por la enfermedad.


En noviembre de este año 2011 se celebró en Roma una Conferencia internacional sobre células madre. En el discurso que Benedicto XVI dirigió a los participantes, se refirió a los dilemas éticos que se plantean hoy a la investigación científica, especialmente en este campo.
“Los potenciales beneficios de la investigación con células madre adultas –dijo el Papa- son muy notables, pues da la posibilidad de curar enfermedades degenerativas crónicas reparando el tejido dañado y restaurando su capacidad de regenerarse. La mejora que estas terapias prometen constituiría un significativo paso adelante en la ciencia médica, dando nueva esperanza tanto a los enfermos como a sus familias”.

Tras recordar esos beneficios, dijo el Papa que la Iglesia alienta a cuantos están comprometidos en realizar y en apoyar ese tipo de investigación. Evidentemente, la ética exige “que se lleven a cabo con la debida atención al bien integral de la persona humana y al bien común de la sociedad”.

         A continuación, mencionaba el Papa la tentación de ignorar las dificultades éticas a la hora de investigar y promover una terapia efectiva para las enfermedades degenerativas. La más importante de esas tentaciones es la de ignorar la dignidad humana del embrión, ya defendida por el Concilio Vaticano II.

     Teniendo en cuenta ese riesgo, añadía Benedicto XVI: “Quienes defienden la investigación con células madre embrionarias con la esperanza de alcanzar ese resultado cometen el grave error de negar el derecho inalienable a la vida de todos los seres humanos desde el momento de la concepción hasta su muerte natural”.

       No es preciso descabezarse para hallar la razón en que se apoya esta afirmación. Bien conocido es el principio kantiano que sitúa al ser humano en el reino de los fines y no de los medios. En esa misma línea, el Papa recordaba que “la destrucción de una sola vida humana nunca se puede justificar por el beneficio que probablemente puede aportar a otra”.

Estas afirmaciones no cierran el camino a la investigación ni amortiguan la esperanza de los enfermos y de sus familias. Si el uso de células madre embrionarias no se justifica moralmente, recuerda el Papa que “no surgen problemas éticos cuando las células madre se extraen de los tejidos de un organismo adulto, de la sangre del cordón umbilical en el momento del nacimiento, o de fetos que han muerto por causas naturales”.
Estas notas de la Bioética actual son importantes a la hora de establecer los criterios éticos sobre la investigación científica y sobre la práctica clínica.

LOS TRES ÁRBOLES

    Cuentan que una vez tres árboles jóvenes estaban conversando sobre lo que querían ser cuando fueran grandes. El primero decía: «A mí me gustaría ser utilizado en la construcción de un gran Palacio para servir de techo a Reyes y Príncipes». El segundo dijo: «A mi me gustaría ser el mástil mayor de un hermoso barco que surque los mares llevando riquezas, alimentos, personas y noticias de un lado a otro de los océanos». El tercero, por su parte, dijo: «A mi me gustaría ser utilizado para construir un gran monumento de esos que se colocan en medio de las plazas o avenidas y que cuando la gente me vea, admire a Dios por su grandeza».
    Pasaron los años, los árboles crecieron y llegó el tiempo del hacha y la sierra. Cada uno de los tres árboles fue a dar a distintos sitios: El primero fue utilizado para construir la casita de un campesino pobre que con el tiempo fue destruida y abandonada. Con los restos se levantó un pequeño establo para que los animales se protegieran del frío y de la noche... El segundo fue utilizado para la construcción de la barca de un pobre pescador que se pasaba la mayor parte del tiempo amarrada a la orilla de un lago... El tercero fue utilizado para la construcción de una cruz, donde fueron ajusticiados varios hombres...
    Dice san Lucas, que cuando María recibió el anuncio del ángel, “se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo…”
    No es fácil aceptar los planes de Dios cuando no se acomodan a los nuestros. Siempre que Dios nos llama a realizar un proyecto, tenemos la tentación de pensar que será como nosotros lo hemos programado; pero el Señor tiene sus caminos, que no son los nuestros…
    Aunque no seamos el gran mástil de una hermosa embarcación, aceptemos ser la humilde barca de Pedro, que sirvió de púlpito para que a los pobres se les anunciara la Buena Nueva. Y aunque no seamos un gran monumento, aceptemos ser la cruz que sirvió de altar para que Dios nos mostrara su amor llega hasta el extremo...

Hermann Rodríguez Osorio, S.J.
Decano de la Facultad Pontificia de Bogotá

lunes, 12 de diciembre de 2011

FÁBULA DEL TONTO

Se cuenta  que en una ciudad del interior, un grupo de  personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas.  
Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde  se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 céntimos y otra de menor tamaño, pero de un euro. Él  siempre tomaba  la más grande y menos  valiosa, lo que era motivo de risas para todos.  
Un día,  alguien que observaba al grupo divertirse con el  inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó  si todavía no había  percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le  respondió:
Lo sé, señor,  vale la mitad, pero el día que  escoja la otra, el juego se acaba y no voy a  ganar más mi moneda.

Esta  historia podría concluir aquí, como un simple  chiste, pero se pueden sacar varias  conclusiones:
La  primera: Quien parece tonto, no siempre lo es.  
La  segunda: ¿Cuáles son los verdaderos tontos de  la historia?
La  tercera: Una ambición desmedida puede acabar  cortando tu fuente de ingresos.
La  cuarta, y la conclusión más interesante: podemos estar bien, aun cuando los otros no  tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo  tanto, lo que importa no es lo que piensan los  demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí  mismo.
                
MORALEJA:
El  verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto
delante de un tonto que aparenta ser  inteligente.  

domingo, 11 de diciembre de 2011

SIEMPRE GUADALUPE


A mis sobrinos,
 hijos de ese cielo de hermana.




  








Misterio mascullado en tu cuerpo
no menos en  tu alma,
sustancialmente.
Andariega desde  siempre,
y para tus cosas despiadada.
¡Ellos, siempre ellos, en tu mente!
  
Desde tu holocausto
de amor, fuiste otoño humilde
cuyas hojas entre disgustos y aleluyas
ceden al nacimiento de otras verdes.
Fuiste palabra que convence,
esperanza  sufriente.

Llovías alegría
para ellos, los cinco de tu cuerpo,
hijos, los cinco de tu alma,
por más que el cáncer te crucificara.
Tú siempre  para todos mercancía
de lujo, testimonialmente.

Guadalupe siempre,
eternamente, Guadalupe.


        

EL RÍO

A papá  que sufrió
y goza ya a la otra orilla de San Fernando.



Menguada vino la luna al río,
y lo vio tan bueno y malherido
que, dormido, lo tomó en sus brazos
y huyó con él entre sal y pinos.

En  el cauce suyo estaba escrito:                        
comía pan, aceite y meloja,
conocía  caminos pajizos
llenos de dolores sin estribos.

En su zurrón había torrijas,
dardos hincados en piel sufrida,
y lágrimas, muchas, por las hojas,
ajuar de su árbol, de olor a nardos.

Sin campanas, fue rezo en silencio,
mascarón de proa, fiel amigo,
y más, escudero de su esposa:
¡la hubo de llorar en un gris frío!

Su tierra al lodo se parecía,
cuando las zarzamoras violaban
su dorso nudo con sed de amor
o traición… ¡Y sonrisas vertía!

Mas ya no... Vino la luna al río,
y de luto lo tomó en sus brazos
y huyó con él entre sal y pinos.

sábado, 10 de diciembre de 2011

LA OTRA ORILLA

Esto pasaba en Betania en la otra orilla del Jordán…
 (Jn. 1,6-8.19-28)



En la otra orilla, en la Betania global,
donde la gente es nadie
        -sólo lucha anónima y compromiso silencioso-
está el punto de encuentro de todos los testigos
de la Luz.

Es en esa orilla, fuera de la ciudad santa,
fuera del señorío religioso,
donde la voz cobra vida para allanar el camino 
al que es la Luz.

Es en esa orilla sin honores ni cargos,
en la Betania de la calle,
lejos de  la sociedad privada de los altares,
donde nadie se apropia la exclusiva de la verdad
transformadora.

Es en esa orilla, al otro lado del Jordán
humano,
con entraña expectante,
donde surge el eco del Espíritu,
testimonio de la Palabra hecha carne.

En esa otra orilla es donde los obreros
gastan la vida en abrir caminos de buena nueva
al que ha de venir,
al que ya está, en su presencia velada,
entre  los humildes y desgraciados de la tierra,
entre los sembradores de buena voluntad.

Señor, Luz verdadera, estás en medio de nosotros
y aún no te conocemos, a pesar de los siglos....
Tal vez porque nos cegamos en nuestras propias
y  pobres luces.

Que tu Espíritu nos tienda su mano para portar la antorcha,
a sabiendas de que sólo Tú eres la luz verdadera.
Que medie entre nosotros para interpretar la obra,
a sabiendas de que sólo Tú eres el protagonista.
Que tu Espíritu nos ayude a entonar la partitura,
a sabiendas de que sólo Tú eres la melodía.

Que seamos, Señor,  solamente la voz que clama en el desierto,
para no eclipsar el universo de  la esperanza pascual.



sábado, 3 de diciembre de 2011

EL COMIENZO

Comienza el Evangelio de Jesucristo,
Hijo de Dios.  (Mc 1,1-8)



   
Es el comienzo, no en el templo de las seguridades,
sino en los linderos del desierto
donde  la austeridad y la fidelidad se besan.

Donde el eco de la conversión
se alía con los camino imperecedero de la alegría,
donde la palabra alumbra una tierra nueva
y el silencio de Dios cubre la piel humana.

Es el comienzo de toda la historia virgen
al borde de un agua maternal
de donde brota la vida del espíritu.

Es el punto de partida,
el comienzo donde se estrellan
los falsos caminos
y desaparecen los miedos,
y el proyecto de liberación se hace más humano,
dignamente dichoso…

 El comienzo donde los riesgos
dejan espacio para la esperanza,
para la igualdad y la justicia insobornables.
 

En el comienzo estabas tú,  Juan,  precursor,
profeta coherente, espejo fiel  de las aspiraciones
y luchas de nuestros días.

Sé tú, Juan Bautista, con tus atuendos de camello,
ceñido  de cuero,
alimentado de miel silvestre,
el pregón de nuestros senderos,
a ritmo de eternidad.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

EXPOSICIÓN DE RAIMUNDO IÁÑEZ

Raimundo Iáñez  es nuestro pintor granadino, de Huétor Santillán, que ha desarrollado un itinerario básicamente experimental por los caminos del dibujo y de la técnica mixta entre el acrílico y el óleo, y cuyo núcleo temático es el ser humano.
 La esencia de su obra es clara inspiración literaria y musical, de ritmos siempre ascendentes, que se desarrolla estéticamente en una permanente dialéctica entre la pureza y simplicidad de la línea; la intensidad y el delirio de las masas cromáticas.
El próximo lunes, 5 diciembre,  
en el Restaurante “La alacena de las monjas”,
en el Realejo,
tendremos la oportunidad de gozar de toda su obra.
A las 20 horas
tendrá lugar la inauguración de su exposición.

ARTE

A Juan García Pedraza,
amigo del pincel y mío,
inmenso universitario.


Silencio de hierro y plata
que  vaga
por la paz de sus lienzos
donde sestean blasones
de poesía, música
y sentimientos.

Pirueta apilada de luz
innata,
concitando arte, honorario
de vida,
égloga diluída
en su paleta
entre óleos y acuarelas.                    

Temor y fascinación, arenga
cromática,
escorzos, texturas, fugas
en el  espacio envolvente
del pastel,
cual vistosa grulla.

Epopeya virtuosa en pigmentos
de agosto festero 

y éxtasis de policromía,
fuente  que no se agosta,
ni en masas
ni en líneas.
                                                     
En el arriate                                                
soy gleba de su pincelera
estudiosa sobre el caballete
de armonía que es magia,
sublime ardentía.                         

La llama de su arte,
con orgullo,
sobre el lomo del carboncillo,         
de la plumilla,
también arde.

¡Arte suyo,
              su arte!…