sábado, 29 de septiembre de 2018

BARRERAS


…porque no es de los nuestros.
(Mc. 9, 37-48)



Maestro,
¿qué te parece? 
Tras siglos proclamando comunidad,
tu rebaño
permanece gueto, cortijo
¡No somos uno en torno a tu cayado!

Hemos puesto sordina a tu evangelio,
cerrojos de intolerancia,
inquisición, defensa de privilegios.

Ante ellos
que no son de los nuestros
hemos plantamos barreras…

¿Qué te parece, Maestro?
Si tú no eres patrimonio de nada ni de nadie.
¡Sólo del amor!
Si en tus campos no caben fronteras.
Si tus discípulos no visten etiquetas.
Si no somos los únicos portadores de tu verdad.

¿Por qué capillismos,
monopolios con olor a incienso?

¡Ay, las complacencias
a golpe de celoso fariseísmo!

¿Por qué, Señor, por qué
tantas barreras en tu Camino?

domingo, 9 de septiembre de 2018

EFFETÁ


Y mirando al cielo suspiró y le dijo: effetá,
 (Mc.7, 31-37)


Tú, amigo sordo que apenas puedes hablar,
sobre tus barreras
portas el silencio de los que quieren hablar,
hasta que la saliva de salud
restañe los delitos de los que no quieren oír.

La voz-de-los-sin-voz
clama
en la Decápolis universal de nuestro tiempo
su trágica confusión.

¡Effetá!, dice Jesús.
Abríos
y liberad los rincones de tantas trabas,
de cuantas hipocresías tañen campanas.

¡Effetá! 
Abríos sin miedos
al bramido de los mares,
y al crujido de los vientos.

Pues,
camino del lago, todos estamos llamados a ser  
grito y pregón, espada y paz,
remo y mar, sin descanso,
para hacer oír, en el colmo del asombro,
la noticia de quien todo lo ha hecho bien…