sábado, 28 de febrero de 2015

TRES TIENDAS

Vamos hacer tres tiendas….
(Mc. 9, 1-10)


Te  veo feliz, Pedro, discípulo del Galileo,
instalado con Santiago y Juan
en la complicidad de la nube.
Apeado del mundano terrenal que habla
incompresiblemente de cruz y dolor…
¡Como si eso no fuera contigo!

Tres tiendas, sí. Una para tu Nazareno,
las otras para los radiantes Moisés y Elías.
Y ninguna para los de abajo, el mundo de los parias.

Como suena...
Tú tentado a aparcar los compromisos
con el barro de cada día,
a bloquear el camino de vuelta a casa.
¡Es tan humano gustar el consuelo del Tabor!

Tuvo que espabilarte la palabra salida de la nube,
para romper tu anclaje en lo alto del monte,
para quebrar tu sueño de gloria,
para meterte el susto de despertar a la vida diaria.

Y es que la fuerza liberadora del Evangelio
no está en las tres tiendas de tus pretensiones,
sino en la concordia con el hermano de vida rota,
en la esperanza desesperada del vecino,
en la llanura llana de cada día.

Pedro, sin duda, te marcó demasiado
el blanco deslumbrador del monte.
Pero ahora, baja a nuestro llano,
y ayúdanos a saborear el trago feliz
de la amistad del Maestro, que tú has vivido.

Ayúdanos a batirnos en el barbecho que espera siembra,
junto al dolor desgarrado de pobres, enfermos, ancianos…
¡con la misma fascinación del Tabor!


viernes, 20 de febrero de 2015

CRUELDAD DE CRUELDADES

El magnífico columnista de Ideal, entrañable Manuel Alcántara, escribía hace algún tiempo: “Que nadie se pregunte a dónde va España, si no quiere recibir una respuesta maloliente“.  Y yo digo, más que maloliente sería aún mi respuesta, si alguien globalizara la pregunta, pensando en el pobre planeta que circunda el sol, periódicamente. Ni los rayos solares, tan terapéuticos ellos en ocasiones, logran higienizar la Tierra… ¿A quién no le da un “yuyu” hasta dejarnos parapléjicos, al contemplar el imperio de indecencia que domina la política nacional, autonómica y hasta municipal?  ¡Es intolerable, con las tarjetas black, los ERES, los Pujol, los Bárcenas, los Rato que pululan con distintos nombres por los locales delas imputaciones!  Y mientras, Cáritas se deshace entre los 13 millones de españolitos en el umbral de la pobreza… ¡Intolerable!
Pero si saltamos nuestras fronteras, Pirineo arriba, sin dejar de pasar por Grecia, y llegamos hasta lo que se cuece entre la oligarquía rusa y la tristemente acosada Ucrania, la intolerancia toca todos los techos de la sinrazón.
Es más, si saltamos nuestras fronteras, Mediterráneo abajo, las altas verjas encaraman a cientos y cientos de “morenos” que se la juegan todo por probar suerte de libertad y mejora de vida.
Copto asesinado por su fe cristiana
Ya llegando a Egipto, la violencia tiene nombre de mujer en continuo peligro. El 99% de las mujeres egipcias reconocen haber sufrido acoso sexual y el 47% ha sufrido alguna forma de violencia en el ámbito familiar. ¡Datos escalofriantes! Y lo peor es que delitos como las violaciones conyugales no son perseguidas por el Código Penal egipcio.  A esto, se suma la cristofobia musulmana contra los cristianos coptos…
Nos detenemos en el culmen de toda la monstruosidad, las decapitaciones llevadas a cabo por el Estado Islámico… ¿Cómo es posible toparnos con esa sima de toda barbarie, sinónimo de salvajismo y horror, anidada  en un corazón humano?  ¡Crueldad de crueldades, y todo crueldad!, podemos decir, parangonando la sentencia sapiencial del Eclesiastés bíblico o del Tanaj judío.
A Dios gracias, que muy cerca de ese infierno, podemos refrescar nuestros labios y corazones con otras noticias que nos vienen del otro lado del corazón, que llamamos amor: las hermanas adoratrices, entre ellas Sor Caridad, en la India, superando problemas con los traficantes indios, incluso exponiendo sus vidas,  recogen a niñas víctimas de la prostitución en Calcuta. 

domingo, 15 de febrero de 2015

UN LEPROSO

Se acercó a Jesús un leproso…
(Mc. 1, 40-45)

Insólito. Un leproso sin nombre,
excluido de su propia tierra,
incumple la ley, para hincarse ante ti, Señor,
seguro de tu compasión:
¡Si quieres, puedes limpiarme!

Y tu amor suplantó a la ley,
¡locura de tu mesianismo!
Ya en adelante  pasarás
por subversivo, impostor, blasfemo…
hasta verte clavado en el madero.

Mas,
el leproso, ese día, besó su dignidad:
¡Quiero, queda limpio!

Le impusiste silencio a la lepra
enjuagada en tu amor,
porque tu corazón no entiende de fama,
ni de triunfalismos, ni de prepotencias…

Porque tu corazón está fuera, en descampado,
junto a los aislados y excluidos,
junto a los que no tienen nombre,
y a los que sirves, encaramado Tú a su lepra…

                    (¡Esa lepra que el polvo humano
                    les ha echado encima!)
 

Señor,
 junto a tu amigo leproso, te suplico:
si quieres, puedes limpiarme
de la cobardía que me impide transgredir toda ley
que no sea amor.

Limpiarme del miedo
que me impide mantener el corazón en descubierto,
lejos de lepras sacrílegas.
Si quieres, límpiame del recelo a arremeter
contra los atropellos que se cometen en tu nombre…

Si quieres, puedes limpiarme
de tanto prejuicio interior,
 mío,
 que me impide escuchar la marginación de mis hermanos…

Amén, amén, amén.

sábado, 7 de febrero de 2015

TE BUSCO

…le dijeron: Todo el mundo te busca.
 (Mc. 1, 29-39)



Te busco, Señor, yo también,
en esta hora cumbre de Cafarnaúm
donde todo el mundo te busca.

Te busco en tu sed de hacer el bien,
y en la ventura de gentes que corren a ti,
perdidas al ponerse el sol.

Te busco en el anochecer galileo,
junto a la puerta de la humanidad,
donde Tú provocas alegría y transmites esperanza.

Te busco en el amanecer de tu oración,
y en el descampado de nuestra tierra,
donde reside la terapia de todos los egoísmos.

No busco al curandero
que demandan en ti los galileos.
Busco esa mano que toca leprosos, esclavos, marginados…

Te  busco en mi voluntad de romper todo legalismo,
y en mi afán de asumir el compromiso
de sembrar contigo campos de ilusión.

Te busco, Señor. Sí, te busco.
Haz que te encuentre,
para contagiarme de tus urgencias.