El
magnífico columnista de Ideal, entrañable Manuel Alcántara, escribía hace algún
tiempo: “Que nadie se pregunte a dónde va
España, si no quiere recibir una respuesta maloliente“. Y yo digo, más que maloliente sería aún mi respuesta,
si alguien globalizara la pregunta, pensando en el pobre planeta que circunda
el sol, periódicamente. Ni los rayos solares, tan terapéuticos ellos en
ocasiones, logran higienizar la Tierra… ¿A quién no le da un “yuyu” hasta
dejarnos parapléjicos, al contemplar el imperio de indecencia
que domina la política nacional, autonómica y hasta municipal? ¡Es intolerable, con las tarjetas black, los
ERES, los Pujol, los Bárcenas, los Rato que pululan con distintos nombres por los locales delas imputaciones! Y mientras, Cáritas se deshace entre los 13
millones de españolitos en el umbral de la pobreza… ¡Intolerable!
Pero si saltamos nuestras fronteras, Pirineo arriba, sin dejar de pasar por Grecia, y llegamos hasta lo que se cuece entre la oligarquía rusa y la tristemente
acosada Ucrania, la intolerancia toca todos los techos de la sinrazón.
Es más, si saltamos nuestras
fronteras, Mediterráneo abajo, las altas verjas encaraman a cientos y cientos
de “morenos” que se la juegan todo por probar suerte de libertad y mejora de
vida.
Copto asesinado por su fe cristiana |
Nos detenemos en el culmen de toda la monstruosidad,
las decapitaciones llevadas a cabo por el Estado Islámico… ¿Cómo es posible toparnos con esa sima de toda barbarie, sinónimo de
salvajismo y horror, anidada en un
corazón humano? ¡Crueldad de crueldades, y todo crueldad!, podemos
decir, parangonando la sentencia sapiencial del Eclesiastés bíblico o del Tanaj judío.
A Dios gracias, que
muy cerca de ese infierno, podemos refrescar
nuestros labios y corazones con otras noticias que nos vienen del otro lado del corazón,
que llamamos amor: las hermanas adoratrices, entre ellas Sor Caridad, en la
India, superando problemas con los traficantes indios, incluso exponiendo sus
vidas, recogen a niñas víctimas de la
prostitución en Calcuta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario