POR FIN
La madre tierra te apretó
contra su setenta y una oscuridad y tu vida
sin vida tocó la estrechez
de un mundo de soledad.
Trece días. Y ahí
dejamos de respirar… ¡Contigo!
Rescate. Angustia y dolor.
Silencio.
En el pozo se buscaba agua, Julen,
y la solidaridad escuchó trece inmensos latidos.
Desgarrador consuelo. Y ahí
dejamos de respirar… ¡Contigo!
Concierto de lágrimas y esperanzas
a primera vista frustradas. ¿Fatalidad?
Reconciliaste
tierra y humanidad
día
y noche.
Toneladas
de tierra, toneladas de amor. Y ahí,
dejamos
de respirar… ¡Contigo!
Y entre ángeles, tu hermanito Oliver
que te espera
con sus bracitos abiertos, arrancando sonrisas
para papá y mamá. Y ahí,
sí, respiramos a fondo… ¡Contigo!
¡Por fin!