BAKER ST Ediciones acaba de publicar “El vértigo de la caída”, de mi amigo Raimundo Yáñez.
Lo he leído de un
atracón, primero. Luego, más pausadamente, como se merece, lo he “rumiado”. Es
un poemario que ya desde su portada no me ha dejado indiferente. Confieso que
invita a leerse placenteramente. Desde los primeros versos condiciona las ganas
de abrir nuevamente la obra y sucumbir a la tentación de volver sobre sus
versos. Diría que es un poemario “icónico” cuyas imágenes literarias se procesan
silenciosamente sobre el cerebro del
lector, dejando poso…
Hay libros que
aburren, novelas que se resisten a seguir implorando su lectura. No es éste el
caso. Es un poemario que engancha, yo creo que hasta a quienes no tienen el
hábito de leer poesía. Son poemas que mueven al diálogo con el interior del
lector. Y hasta la riqueza de las metáforas comparte espacios de interiorización
con su autor.
¡Sinceramente,
enhorabuena, Raimundo, polifacético! La portada, parte de tu arte mágico, lo
dice todo. Has sido bien obediente a tus musas. Que no se duerma tu inspiración,
amigo…