viernes, 30 de septiembre de 2011

FRUTOS



                       

…y se dará a un pueblo que produzca frutos.
(Mt. 21, 33-43)
 


 
Dios nuestro, has puesto en nuestras manos tu viña
mendigando sus frutos en este tiempo de vendimia.
Toda tu credibilidad la has derrochado en el hombre.
Te has vaciado de tu Hijo a las puertas de nuestra humanidad.

Mientras tanto,  de la vendimia hemos hecho fardos pesados
de agrazones para cargar sobre los hombros de los demás,
Así, en tus viñedos hemos construido poder,
y nos hemos inventado la propiedad de tu palabra.
Hemos hecho libertad para agarrar el amor, y apalearlo,
y hemos consentido contubernios para apedrear la justicia,
y hemos hecho nervio para empujar fuera al heredero de tu reino,
a quien hemos recrucificado fuera de la viña.
Sí, a Él, la piedra angular de la vida y la esperanza.

Ha sido el nuestro un tiempo ciego…
Siéntanos ahora en el banquillo de los acusados
y haznos ver  
que es misión nuestra levantar la voz para clamar justicia
contra los viñadores homicidas.
Y que en tu vendimia hierven de novedad 
los frutos de amor, de solidaridad, de paz…

Mira, pues, nuestra pobreza, Señor,
y no nos quites tu Reino
          

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