Como epílogo a mi reciente libro “Hugolandia.
Cosas del abuelo Paco” (Editoral Atrio. Granada), escribí una carta en ocho pinceladas, con ánimo de crear felices sueños, en
aquellos papás que “estrenan” niños… Me voy a permitir transcribirla
íntegramente a través de cuatro entregas.
1.-
Sed felices leyendo cuentos a vuestros hijos antes de dormir.
La lectura sumerge a los niños en el mundo de
la fantasía, al mismo tiempo que le hace disfrutar de las delicias de vuestra
entonación. Así, su imaginación se hace mágica en ese momento delicioso de
intimidad y complicidad, que es la noche. Respetad siempre el horario de sueño.
La hora de dormir es sagrada y ha de estar adornada de un ambiente de silencio
musical y de penumbra. Es el momento, pues, de dormirlos cantándoles una
nana, o poniéndoles una música infantil
de su gusto o contándoles un cuento, aunque sea el mismo de todos los días.
2.-
Sed felices aun cuando tengáis que enfrentaros a sus naturales
pataletas.
Sean por no querer irse a
dormir, o no querer ir al “cole”, sean porque quiere “chuches” o porque quiere
ver a destiempo los dibujos animados… No cedáis en este terreno. Desde su
temprana edad, deben “sentir” la disciplina como imprescindible en su vida
evolutiva. Pero, en todo momento, evitad crearles miedos, con la intención de
que os obedezcan. Podrían provocarle pesadillas por la noche. Sed positivos, pues,
en las regañinas. No les dejéis en el suelo, abandonados en su lloriqueo.
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