RESPETO INFINITO

 

 El obispo de Solsona, Xavier Novell, ha abandonado su ministerio “por razones personales”… Y  comenzó a correr ríos de tinta: se ha ido por la puerta trasera sin decir ni pum, no rinde ninguna clase de cuentas, le impusieron silencio desde Roma, hay sombra de prevaricación, tenía un futuro prometedor que ha traicionado, era de ánimo cambiante, se ha enamorado de una escritora erótica…, ¡y cosas más que se han dicho!  Ante una crisis personal de gran calado,  hacer leña del árbol caído es el camino más fácil. Es repugnante el  morbo creado, el ataque personal con burla  añadida, discordante y malévola, paparazzis incluidos. Y aún sigue…

Además, Xavier Novell, está en condiciones legales,  sin impedimento,  para casarse civilmente, si es lo que pretende. Un requisito le falta a efectos de la Curia Romana,  y es solicitar dispensa canónica al Papa.  Sin embargo, de momento que se sepa, ni ha pedido ni se le ha concedido dispensa alguna. Todo está por ver, pero no por juzgar…

Sólo sabemos que buscó discernimiento, silencio y oración…  ¡y decidió!  Tomó el arado entre sus manos y, desfallecido, miró para atrás.  Una fragilidad que le hace más humano y para la que se exige la mayor comprensión y un respeto bendito, como fue la actitud de Jesús por tierras de Palestina…

 

    RESPETO BENDITO

Ser obispo debe ser magnífico,
mas, quizá, tanto como aterrador:
sentir la gracia de un Dios Salvador
y sufrir garras de un mundo endémico.
 
Pretender  nadar en un  mar místico
y escuchar luego el morbo acusador.
Ver aplaudir con aire jalador
y hacer ya leña del árbol crítico.
 
Él cantó la cruz, ¡doloroso trono!,
en ardua lucha, en esfuerzo infinito,
y besó tierra en su propio abandono...
 
(La condición humana, ¡inaudito!)
Fue tabor y calvario,  doble icono
de hermano. ¡Callad, respeto bendito!