ENTREVISTA A MANUEL PEREGRINA
P.- ¿Cómo nació Imprenta INDEMA en Huétor Santillán? ¿Tuviste buenos maestros?
MANOLO.- INDEMA es una pequeña imprenta que nace de la mano de su antecesor, Imprenta Olmedo. Tras la jubilación de su propietario, se hizo un traspaso y, con su ayuda y un empujoncito familiar, comencé a trabajar en enero de 2007.
Tuve un buen aprendizaje tras cursar artes gráficas en la Escuela de Formación Profesional Ave María San Cristóbal. Luego, comencé en impresión, como aprendiz, en una editorial de Granada. Tuve como maestro un buen profesional, hoy gran amigo.
P.- ¿Empresa familia?
M.- Sí, es familiar. Estoy yo sólo. Pero tengo una gran ayuda en mis hijas, sobre todo en la casa. Algún día me gustaría enseñar a alguien al igual que lo hicieron conmigo.
P.- ¿Laboralmente, cómo te ha ido en estos años, con la crisis?
M.- Como todos los comienzos, ha sido duro. Hay que dedicarle tiempo y ganas para que los resultados sean satisfactorios. En estos casi cinco años ha habido de todo, épocas con más trabajo y otras con menos. La crisis hoy es un hecho real y más en las pequeñas empresa. Ahora ya pienso en que la campaña de Navidad sea buena.
P- ¿Qué clase de trabajo realizas en INDEMA?
M.- Muy variado, imprimiendo sobres, tarjetas de visita, facturas, albaranes, carteles, invitaciones de boda, dípticos, trípticos, pequeños folletos, etc. Pero además realizo trabajos de serigrafía, impresión en vinilo, libros, etc, en colaboración con otras personas. Intento ofrecer un servicio amplio dentro del sector de la artes gráficas y cumplir objetivamente con la demanda del cliente.
P.- Es cierto que ofreces muy buena calidad, ¿también buenos precios?
M.- Pretendo realizar los trabajos lo mejor posible para obtener un buen resultado y satisfacer al cliente. Los precios son complicados en época de crisis, y en razón de la competencia. El trabajo no sólo es imprimir, incluye el diseño y las pruebas antes de imprimir y un acabado posterior. Y todo este proceso conlleva una serie de gastos que repercuten en el precio final. Así que mantener una relación calidad-precio es difícil en este tiempo, pero yo procuro hacer que el resultado final sea el deseado por el cliente.
P.- Dicen que los impuestos ahogan a la pequeña empresa, ¿cómo lo llevas?
M.- Es cierto, puesto que los pedidos se han reducido en un porcentaje considerable y el papel como materia prima y los impuestos, ahora el 18%, suben, con lo cual ingresas menos dinero y pagas más.
P.- Comienzan el curso, ¿se te presentan buenas perspectivas para el trabajo?
M.- Si, en estas fechas suben los pedidos, gracias por un lado a los colegios y por otro a los comercios con sus demandas de trabajos de publicidad en general.
P.- ¿De dónde ese nombre de INDEMA? ¿Cómo contactarte?
M.- INDEMA surge de las dos primeras iniciales de los nombres de mis hijas y el mío. INma-DEsiré-MAnolo. Estoy a disposición de todos en la calle Acequión, en Huétor Santillán, en el teléfono 958 545 346. Trato de ofrecer calidad y buen precio.
P.- Es cierto, Manolo. Te agradezco este ratito robado a tu tiempo, pero es un honor subir a “Retales de mi bancal” a un persona como tú de probada vida, con honradez y simpatía y buen profesional.
INDEMA es sinónimo de honradez, simpatía y profesionalidad
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