1.- GÉNERO NO ES IGUAL QUE SEXO

2.- REITERACIONES INNECESARIAS
Tampoco se acepta la utilización redundante del masculino y del femenino: “La mayor parte de los ciudadanos y de las ciudadanas” es un circunloquio innecesario. El criterio básico de cualquier lengua es economía y simplificación. Obtener la máxima comunicación con el menor esfuerzo posible, no diciendo con cuatro palabras lo que puede resumirse en dos.
A lo largo de los últimos años, destacados miembros de la RAE han venido rebatiendo la actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina.
3.- “LA OSADÍA DE LA IGNORANCIA”
Una comisión del parlamento andaluz se dirigió a la RAE solicitando un informe sobre la corrección de los desdoblamientos tipo: “diputados y diputadas, padres y madres, niños y niñas”, etc. La RAE respondió puntualizando que tales piruetas lingüísticas son innecesarias.
El empleo de circunloquios y sustituciones inadecuadas: “diputados y diputadas electos y electas” en vez de diputados electos, o llevaré “los niños y las niñas” al colegio en vez de llevaré los niños al colegio resulta empobrecedor, artificioso y ridículo.
El género común es útil, evita pérdidas de tiempo, sintetiza abarcando ambos géneros y ambos sexos: es más económico decir, cuando traducimos el Evangelio, dejad que los niños se acerquen a mí que decir “los niños y las niñas”. Decir, incluso, con Quintiliano, al niño se le debe máxima reverencia, evidentemente a niños y niñas.
4.- “ESTÚPIDAMENTE INCORRECTO”
Me refiero a la estúpida incorrección lingüística de “para todos y todas”, “los compañeros y las compañeras”, “los vascos y las vascas” .
Sobre el género: miembro.
Se admiten las alternancias “Ella es el miembro (o la miembro) más notable del equipo”. Pero “miembra”, ¡NO!
5.- LA ARROBA NO ES UNA LETRA
Para evitar las engorrosas repeticiones a que da lugar la reciente e innecesaria costumbre de hacer siempre explícita la alusión a los dos sexos (los niños y las niñas, los ciudadanos y ciudadanas, etc.) ha comenzado a usarse el símbolo de la arroba (@) como recurso gráfico para integrar en una sola palabra las formas masculina y femenina del sustantivo, ya que este signo parece incluir en su trazo las vocales a y o: l@s niñ@s. Debe tenerse en cuenta que la arroba no es un signo lingüístico y, por ello, su uso en estos casos es inadmisible desde el punto de vista normativo; a esto se añade la imposibilidad de aplicar esta fórmula integradora en muchos casos sin dar lugar a graves inconsistencias, como ocurre en Día del niñ@, donde la contracción del sólo es válida para el masculino niño.
(Fuente: RAE)
No hay comentarios:
Publicar un comentario