…compraron aromas para
ir a embalsamar a Jesús.
(Mc.16, 1-8)
Mujeres de la madrugada,
cargadas de muerte y miedo,
de amargura de ausencia,
y de aromas...
No os asustéis,
el alba
ha corrido la
piedra.
Él ya no
está aquí. Ha resucitado.
Lo veréis entre
los hermanos,
en la boca del
hambriento,
en los pies del
perseguido,
en las rejas
del encarcelado.
Él está en las
lágrimas del huérfano,
en el dolor del
enfermo,
en la patera
del emigrante.
Lo veréis en el
frío de los sin techo,
en la sangre
inocente de las guerras,
en la encrucijada de todas las cruces...
Mujeres de la madrugada,
id y esparcid
los aromas
entre los
Cristos del alba.
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