…y cinco eran sensatas.
(Mt. 25, 1-13)
Sólo el arte de
vivir en cristiano
nos abre un
horizonte de sensatez
en nuestra
medianoche,
al grito
¡que llega el esposo!
Sólo desterrando el
lastre de la somnolencia,
acumulamos el gozo
de estar preparados,
al grito
¡que llega el
esposo!
Sólo oxigenando el
corazón,
generosamente,
alimentamos las
alcuzas de buen aceite,
al grito
¡que llega el
esposo!
Sólo velando las
llagas humanas,
con nuestras
lámparas bien dispuestas,
al grito
¡que llega el
esposo!,
entraremos
con Él al banquete nupcial.
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