domingo, 26 de octubre de 2014

CARA Y CRUZ

Amarás al Señor tu  Dios…
Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
 (Mt. 22, 34-40)

Bendito seas, 
Señor de los océanos y de los riachuelos,
de los árboles que alegran los bosques
y de las flores que adornan los jardines.
Gracias a Ti, brillan las estrellas y sonríen los niños.
Tu gracia aviva la savia de las viñas
y dora el trigo de las campiñas…
Tú eres, Señor, la cara 
de nuestra moneda bautismal.

Bendito seas Tú que nos creaste en tu molde.
Nos hiciste patrón de  mares y  ríos,
cantautores de tus grandezas.
Nos inundaste de tu esencia
para amar con toda el alma a nuestro prójimo.
Eres, Señor, a un tiempo, la cruz 
de nuestra moneda bautismal.

Bendito, Dios, por el amor divino y el amor humano,
cara y cruz de tu alianza sin fin,
haz y envés de tu materna paternidad.

Bendita tu Ley escrita en nuestro barro, 
mandamientos gemelos 
                        ¡en sintonía fecunda!

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