La verdiblanca. Desde que tengo uso “formal” de razón, he
considerado siempre los símbolos como el fuego
que, aunque Intocable porque
quema, reúne a las familias gracias al
misterio de sus llamas inspiradoras de honestidad y demás virtudes. La bandera verdiblanca, en este sentido, es todo un símbolo. Y como tal, inspiradora de
inmensas virtudes…
Pezzi en el Congreso de Diputados |
Cuando
el pasado 24 de febrero, en el debate
del “estado de la Nación”, vi a Pezzi,
don Manuel, atado a su cabestro político y “zarandeando” el símbolo de mi
Andalucía, sentí vergüenza ajena. ¡Intolerable! ¡Qué bajos, pensé, se caen
quienes trepan hasta las cúspides, a
todo coste! Usan lo que traen “escondido”,
en este caso, el santo y seña de Andalucía, para salir de su anonimato, llamar
la atención y querer resurgir de sus propias cenizas, cual ave fénix.
Claro,
que eso no es nada si nos metemos en la dulce aventura del candy crush,
junto a la vicepresidenta del Congreso, mientras su jefe debatía a diestro y
siniestro desde la tribuna. Y menos aún, si hurgamos en políticos que todavía
cuentan con atarse al ronzal de las elecciones, a pesar de las imputaciones que
pesan sobre ellos… Lo dicho, ¡intolerable! O lo de Cicerón: Quosque tandem
abutere, Catilina, patiencia nostra? La cosa política, hasta en partidos de reciente creación, ilustrada con su “mesianismo”, está que da “noxo”, como
diríamos en gallego
Otra
cosa. Lo de Luis García Montero.
Sobre
el Ave, camino de Zaragoza, he leído la noticia. Mi amigo, poeta genial y gran
“profe” universitario, ha decidido aceptar la propuesta de presentar su candidatura
a las elecciones madrileñas por IU. Bien. Está en su derecho y, más, llamado a
ser un gran político. Honesto, sin duda, y trabajador como el que más… Pero
nunca llegará en política a la altura de su ser como poeta… Por eso, me apena
su decisión. Sólo le pido, hasta se lo
“exijo” como amigo, que su nuevo cometido no empañe su carisma poético, para el
que ha nacido. Lo seguimos necesitando en ese campo donde pululan autores de
gran altura, pero él sigue siendo el mejor.
Poeta García Montero |
Barbarie cultural en Nimrud |
Indignación mundial. La UNESCO acaba de definir como “crimen de guerra” la
destrucción yihadista de Nimrud a imagen y semejanza de los tiempos del profeta Mahoma, destruyendo
los ídolos de La Meca. Ahí queda como
vergüenza mundial el toro alado del siglo XIII a. C. destruido por la barbarie
del fundamentalismo religioso.
Hugo, mi nieto |
Mi nieto. El mundo así está dando pie para que escapemos de
este planeta, aprovechando el telescopio espacial previsto para su lanzamiento
en 2018, cuya misión es descubrirnos un mundo mejor, una supertierra habitable
fuera de los escozores de este mundo… Aunque yo me lo pensaría muy bien, porque
con mi nieto que acaba de cumplir su primer año, la vida se me ha hecho nueva
en felicidad familiar. Mi Hugo es para
mi hoy septuagenario la flor que perfuma mi jardín, la brisa de mis ilusiones,
luz para mis sombras y gozo de mi corazón. A su lado, veo el mundo de otro
color… Y más, si me convenzo de la verdad que José M. Castillo, uno de los
teólogos más documentado del mundo, predica cuando dice que “El evangelio entraña un proyecto de vida
que, por su profunda humanidad, nos puede humanizar a todos”.
¡Ojalá
no sea un espejismo! Pues hace tan sólo días que cantábamos ilusionados, junto
a la bandera verdiblanca:
Los andaluces queremos
volver a ser lo que fuimos:
hombres de luz, que a los hombres,
alma de hombres les dimos.
volver a ser lo que fuimos:
hombres de luz, que a los hombres,
alma de hombres les dimos.
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