Con tus diecisiete meses, Hugo querido, nos has traído en
suerte la dicha de vivir en el mes de la siega y de la Virgen, junto al inmenso
sol, el mayor calor de nuestro corazón, de todos nuestros tiempos. Nos has enseñado a vivir el inefable gozo de corretear y jugar
sin posibilidad de cansarnos ni, menos aún, de aburrirnos. ¡Sagrada monotonía, sólo
semejante al gozo del paraíso prometido! Contigo hemos renacido niños.
No han hecho falta para divertirnos muchos juguetes -los
suficientes- y, sí, mucho juego. Tú y nosotros hemos sido juegos felices, en la
piscina, sobre el césped con la perrita Dana, en las fiestas del pueblo, en tus
comidas sobre la trona, en nuestros brazos acunándote con nuestras originales
nanas…. Hemos podido usar la voz con tu grito de guerra -¡bien!-, los gestos,
palmitas incluidas, y la fantasía misma para convertirnos mutuamente en inyección de vida. Nuestra fuente de abuelos que parecía
secarse, de pronto, ha rebrotado en agua
fresca y cantarina, volcada en el gozo mutuo.
Nos
has brindado la oportunidad de observar tus observaciones, de mirar tus
miradas, de reír tus risas, de alegrar tus alegrías, y hasta de hablar tu confusa y genial “habladuría”. Nos has dado la gran oportunidad de gozar
contigo de esa relación privilegiada asentada
en la más honda comunión de nuestras vidas.
Ya te has ido al Pilar, nuestro pequeño príncipe… Ahora no tardes en volver, para que tu inyección de vitalidad no se agoste como las flores de nuestro jardín. No sé
si sabes que en estos días, a tu lado, se nos han olvidado las goteras de nuestra
edad… y hasta las medicinas. Y es que nos hemos sentido más útiles, más
positivos, más optimistas. No hay lotería mejor, que la felicidad que nos has
regalado, de ser tus abuelos.
Gracias, Hugo. Te queremos infinito…
Preciosa vivencia.
ResponderEliminarMe alegro mucho que una persona tan pequeña como es Hugo os haya hecho disfrutar tanto de sus hazañas como de su compañía.
Él también a disfrutado mucho de vuestro cariño y con vosotros, os lo aseguro.
Muchos besos de parte de todos y en especial de Hugo, que os quiere mucho.
Un saludo muy grande de parte de la familia Martínez Guallar.