Imagen tomada de "Ideal" (12.01.14) |
Entre
tantas noticias con que nos desayunamos a diario, que rompen el alma,
encontrarme en “Ideal” de Granada una foto-ventana, en primera página, predicando
la solidaridad de un médico jubilado, me ha oxigenado la semana. Su nombre
Antonio Alonso Hita, médico de familia, internista y cardiólogo y gran amigo.
Pasó
haciendo bien en su consulta de Churriana de la Vega, durante 40 años, que no
fueron de desierto, sino de regadío fecundo. Intachable como
profesional de la medicina, fue derrochador de bondad y sabiduría. Si no, que baje de la eternidad mi hermana Lupe que
podría testificar...
Tras
su jubilación, buscó un hermoso destino, como respuesta a su profunda convicción de fe, entregándose generosamente
a la población de harapìentos vagabundos con dolencias infectocontagiosas y
otros males… Hoy
la sonrisa y paciencia del amigo doctor es, si cabe, más ejemplar aún que la amabilidad
con que trataba a sus pacientes del
consultorio churrianero.
Me
imagino a san Juan de Dios asomándose diariamente al corazón de Antonio para aplaudir su
testimonio y susurrarle al oído el lugar que le tiene reservado el buen Dios para su segunda jubilación.
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