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Unha vista de Cariño |
Sra. Alcaldesa,
Sres. Concejales de nuestro Excmo. Ayuntamiento, amigos todos, vecinos y allegados.
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Con Puri Seixido, Alcaldesa |
Tal vez sería mejor
pregonero, de haber nacido aquí… Pero no. Porque me siento cariñés ¡o mejor,
pixin! de corazón, ya desde aquel feliz octubre del 73, cuando asumí la
pastoral parroquial. Muy pronto me sentí
hechizado por esta tierra bañada en mar. Por ello, es un honor para
mí -¡y no es palabra hueca!- sumarme a
vuestro gozo festivo como pregonero de estos festejos de san Bartolomé, tan
dignamente programados por la Comisión de Fiestas, a pesar de la crisis
reinante.
Aprovecho
este momento para agradecer a Alberto Balado, Tamara y Toni el haberme pescado
con sus finas redes para traerme a este buen puerto. Me hubiera gustado
pronunciar este pregón sin atarme a unos folios. Pero me conozco bien y sé que
la emoción de este momento me jugaría una mala pasada.
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Coa Comisión de Festas |
Amigos todos,
quiero, primero, pediros perdón por tantos años pasados, ¡más de treinta!, sin
haberme acercado a este Cariño que siempre he llevado en mi corazón. Mis
compromisos familiares, sociales y docentes, dentro y fuera de la universidad,
han sido mi principal justificación. Pero sí os puedo garantizar que he estado
muy cerca de los acontecimientos alegres y luctuosos que habéis vivido a lo
largo de estos años, gracias a algunos de vosotros y a nuestro común amigo
Salustiano.
Siempre me he
sentido fascinado ante el típico fenómeno del paisaje cariñés fundido en un verdadero mosaico de
belleza. La naturaleza serrana y marina con sus impresionantes balcones
naturales es un embrujo que acaricia nuestro ecosistema, y nos hacen gozar de
ese excepcional descendimiento plácido de los montes hasta las playas, especialmente
la emblemática playa de la Basteira, símbolo del temple festivo y de la unidad
popular. O ese no menos excepcional panorama agreste y bello que conforman los
impresionantes acantilados, como el de Punta do Limo, Vixia Herbeira o el gran
icono de la Punta de los Aguillones. A
esto se une, la imagen, de siempre, de las gaviotas en torno a las
embarcaciones que arriban al muelle, al compás de sus singulares graznidos. Es
éste un pueblo fascinante, lleno de inmenso encanto.
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Cabo Ortegal |
Con
grandes latidos del corazón tuve la suerte de vivir el mayor avance social y
económico que situaron a Cariño en la cima de su prosperidad gracias a las
industrias pesquera y conservera que crearon una magnífica flota. Me he dado el lujo de
pasearme por el pueblo antes de pronunciaros este pregón. Y me ilusiona verme en
una villa actual rejuvenecida con su Ayuntamiento por el que tanto luchamos, y con
los cambios urbanísticos, esas nuevas calles y plazas y, sobre todo, el paseo
marítimo que ilustra todas las reivindicaciones del pasado. Mi emoción es aún mayor,
al recordar que justamente desde este balcón se hizo historia en aquellos años
de nuestra lucha por el Instituto, donde mis emotivas palabras se mezclaron con
las de nuestros amigos Salustiano,
Sierra y los diputados Nona Inés y Francisco Vázquez.
Entonces
escribí este poema que me permito leeros.
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O Peiral |
Temí
que de aneurisma muriera
tras días de luto y mucha rabia
sufriendo calvarios en tu savia
entre
pentagramas de muiñeira.
Vi procesión de olvido, abandono,
huérfano de consistorio en gritos
de independencia. Fueron delitos
en
mil riadas de fatal encono.
Sentí gaviotas derramar lágrimas
de soledad y silencio en olas
cómplices de fullerías solas,
de esperas, de ilusiones, y lástimas.
Gocé los fogonazos de luces
de tanta gente sencilla y buena,
con apariencia de nada llena,
sembrando coraje entre sus cruces.
Y gocé en sublime danza de arcos,
arco iris de nuevo amanecer,
al ver heridas desfallecer
y ondear sonrisas en los barcos.
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O Pregoeiro |
Si tuviera
tiempo, de buena gana me hundiría ahora,
en esa otra historia de hermoso abolengo que nos ha legado el topónimo de
Cariño, ya poblado en época prehistórica, como datan los restos
encontrados junto a la capilla de san
Xiao o
en las cumbres de la Capelada. Me remito a los magníficos comentarios
que podemos seguir a través de la páginas on line, como la del Ayuntamiento, o
Brétema no Ortegal y otros enlaces de genial factura. Es raro el día que no me
desayune, bien de mañana, con el periódico y las visitas de rigor a vuestras
web y blog.
Quiero traer,
de manera especial, a este micrófono mis primeros recuerdos que nadie ni nada han podido arrancar de mi
corazón, esta historia bellísima que guardo entre hilvanes, como un guión
íntimo de cine.
Han
pasado casi cuarenta años. Y aun conservo, (¡encuadernadas, como un gran tesoro
de memoria histórica!), aquellas hojas que una legión de jóvenes, sin mayor
preparación gráfica, editaba, en nuestros locales parroquiales, con gran precariedad de medios y la ilusión del que
sabe ganar batallas… Y un domingo al mes, tras la misa, un hervidero de niños y
niñas era el entusiasmo personalizado repartiendo Nordeste por todo el pueblo.
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A nosa revista |
Aquellas
hojas eran pétalos de ilusión en medio de un pueblo cada día más concienciado
de su propio destino. A los pocos meses de su singladura, ya “soplaba Nordeste”
más allá de Cariño, por tierras de A
Pedra, Figueiroa, Sismundi, y hasta emigraba a Francia, Suiza, Inglaterra, también a Ourense, Vigo,
Ferrol, A Coruña, Barbastro… Era la voz impaciente y luchadora del pueblo,
de todos sus acontecimientos y reivindicaciones, grandes y pequeños, a pesar de
las zancadillas de turno, que también las hubo… Pero nosotros cantábamos
con Machado: pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar… , y
tirábamos para adelante con nuestro eslogan que recordaréis: “Para que
en Cariño non haxa peste, sople mais forte Nordeste”.
La iglesia,
los locales parroquiales, el Salón Bahía, el Cine de la Solana, los bares y las
mismas calles fueron testigos de que Nordeste era algo más que una revista. Era
todo un movimiento con garra marinera. De ahí, los grandes acontecimientos
religiosos, culturales y políticos: desde los festivales de villancicos,
concursos de música misionera en Ferrol (donde ganamos un tercer premio,
codeándonos con los buenos conjuntos musicales que se presentaron), hasta los
conciertos de música (Xoan Rubia, Jei Noguerol, Julia León, Miro Casabella,
Coral Polifónica de Mondoñedo, etc…), pasando por conferenciantes, al margen de
toda etiqueta partidista (González Laxe, Siro, Blanco Maciñeira, Xulio
Pardillas, Xosé Manoel Carballo, el sacerdote que nos deleitó con su magia, etc…),
las luchas por el Instituto, la
segregación del Ayuntamiento, la limpieza de la playa, el acceso al Peiral,
excursiones y peregrinaciones, participación en el Concilio gallego, etc. etc.
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Con Xosé Manoel Carballo |
Conservo en mi
corazón aquella “invasión” de niños y
adolescentes que llenaba nuestros locales en busca de caminos de iniciación
cristiana animada por la Escuela de Catequistas que echamos a andar con mucho
fruto. ¿Os acordáis? Las eucaristías
eran muy participativas, los encuentros prebautismales en las casas, la
creación del Consejo Pastoral Parroquial, el primero en la diócesis y tan
elogiado por nuestro obispo Araujo. ¡Cuánto gozamos en su visita pastoral!
Gracias al
apoyo del Consejo Pastoral se llevó a cabo la remodelación a fondo de la
iglesia, la construcción de los locales parroquiales y la restauración de
la imagen de la “Virxe do figo”,
magnífica talla renacentista que logramos
recuperar de xilófagos y polillas, gracias a la gestión desinteresada de mi amigo,
el inolvidable Padre Aguilar,
catedrático de la Facultad de Bellas Artes de Madrid.
Las
celebraciones de Navidad y Pascua con
los belenes vivientes, las procesiones y los vía-crucis pasando cerca del
Peiral para unir emocionalmente el dolor del Crucificado a las penas que
deparaba el mar; así como las peregrinaciones a Santiago de Compostela, a San
Andrés de Teixido, al nacimiento del Miño donde renacimos gallegos. Y qué decir
de las fiestas patronales de la Virxe do
Carmen, San Bartolomé y San Xiao,
profundas manifestaciones todas ellas de fe popular que todavía seguís
dignamente conservando. ¡Felicidades por
lo bien que lo vivís desde siempre!
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A Danza de Arcos no Carmen |
Evidentemente,
no todo fue un idilio. En este baúl de
los recuerdos también hay guardadas anécdotas, desagradables, son las sombras imponderables de la limitación
humana; pero nunca me quitaron el sueño, porque la inmensa mayoría estabais
conmigo, como laicado imprescindible en el entarimado parroquial. Por supuesto,
conté siempre con el beneplácito de don José, a pesar de sus rarezas. Me
llamaba cariñosamente su “mirlo blanco”.
La puesta en
marcha de la Asociación de Vecinos fue un revulsivo de enorme
trascendencia para la participación
ciudadana en las reivindicaciones del pueblo, que culminaron con la creación de
la plataforma electoral AIUDO con Pellit al frente.
Los años 77 y
78 fueron decisivos en la creación y ubicación del Instituto. Aquello sí que
marcó época, fue como el buque insignia de todas las reivindicaciones. Una vez
más, el pueblo era una piña: viajes a Madrid, huelgas y manifestaciones del
pueblo, multitudinaria manifestación en A Coruña con la flota pesquera atracada
al puerto… Recordemos las adhesiones a nuestra causa de A Pedra, Figueiroa,
Sismundi, Feás, Landoi, San Adrián, Campo do Hospital, A Barqueira, Somozas,
Moeche, Cerdido, Montoxo, Esteiro, Mera, Espasante, Cedeira y los apoyos incondicionales de multiples
asociaciones gallegas de Padres de Alumnos, centrales sindicales, partidos
políticos, etc.
Antes de
terminar, quiero felicitarte, querida Alcaldesa, por tu gestión al frente del
municipio. Como felicito a los
anteriores ediles, mis amigos que han sabido dejar buena huella en mandatos
anteriores. Así se
explica la digna lucha por la alternancia política en tiempos
electorales. Y es que ser presidente o presidenta de este joven municipio
implica mucho honor. Os aliento con toda mi nobleza.
Y ahora
permitidme una licencia, que para eso soy en estos momentos el dueño del
micrófono. Mirad, bien merece la pena mantener abierto el baúl de los buenos
recuerdos para tratar de refundar aquellas páginas en la historia de hoy, junto
al gran progreso que ya ha experimentado afortunadamente Cariño. Vuestras WEB
cercanas y originales dan prueba de ello. Os animo a que el rescoldo que aún
queda de aquella antorcha encendida en los años setenta siga prendiendo. Manteneos,
pues, unidos para que el pueblo jamás sea vencido por la inercia o la apatía.
Para
terminar, permitidme sólo dejarme caer en la tentación, al hilvanar retazos de
esa historia durante siete años, y reconocer algunos valores que yo definiría
típicamente cariñeses.
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A procesión de San Bartolo |
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San Xiao do Trebo |
Fuisteis, y sois, gente dignamente
anclada en el mar, llena de humor y de ironía. recordemos la gracia de
vuestros a
ntroidos y vuestra típica
gastronomía desde la sardiña lañada o
la caldeirada de raia, hasta las
tradicionales chaolas ou filloas, la fuente de cartón en la plaza
de la Pulida, o la plantación de “berzas” para reivindicar la dignidad del
lugar...
Cariño, villa noble y
hospitalaria, de espíritu sano y comunicativo. No hablo de memoria, ni
pretendo “daros jabón”, sino proclamar la verdad que viví.. Cariño para mi, más que
pueblo, habéis sido un puñado de fieles amigos. Me lo habéis demostrado a
través de facebook y en estas horas de vuestra acogida. ¡Sois gente bien
nacida!
Fuiste
a mi lado, activistas de la cultura, y lo seguís siendo, prueba de ello la multitud de eventos
culturales que a lo largo del año
organizáis, cuyo estandarte es, sin duda, la “Mostra
de Teatro Galego” que sigue tan viva como el primer día, una de las glorias de
Cariño, junto a la Coral, a Traiña, a la Danza de Arcos, a Rondalla, la Escuela
de Música, la asociación Amas de Casa, etc., etc.
El fomento de
los valores de participación y solidaridad ciudadanas forma parte de vuestra idiosincrasia.
Recordemos la enorme labor desarrollada por Cáritas cuyo presidente, entonces,
era Eduardo del Rio: Campañas de ayuda a Guatemala, al pueblo saharaui, a
Rumanía, a Manos Unidas, la “Operación
Ladrillo” en favor de familias gitanas de Ferrol…), los cursos de formación
para mujeres, las colonias de verano para los niños…
Nuestro templo
parroquial, fruto del entusiasmo pastoral del “cura vello” don Jesús Crecente
Veiga, no lo olvidéis nunca, conserva en su interior una magnífica imagen
renacentista la “Virgen del Higo”, pieza única en la imaginería religiosa,
restaurada gratuitamente por mi amigo,
el dominico José Manuel Aguilar, catedrático de Bellas Artes de la Complutense.
Es la pieza clave de nuestro patrimonio parroquial.
Rematando xa en galego, que tamén foi a lingua das nosas
misas de entón, traio á memoria graciosamente algunhas anécdotas para mostrar
que non inventei nada nos meus eloxios a esta vila do noso Cariño. Unha é a da avoa da rúa Real... Outra, o caso Bernabé dá Morena antes de morrer… Tamén a de Suso de Clarisa borrando
unha pintada detrás dá igrexa… A de Conrado no pincho… Xoanciño de Catalina… Carmuchiña... Y moitas máis, que alegraron o meu corazón.
Con alma xenerosa e espírito participativo
habemos de ser o símbolo desa enerxía sorprendente que emana da simbiose,
terra-mar, que nos acolle cariñosamente ao longo da nosa vida.
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As máscaras |
Desexo
ardentemente que estes días festivos nos sintamos como nunca máis próximos e
solidarios, veciño a veciño, incluíndo os nosos visitantes, veraneantes e
achegados.
Non podemos esquecer a dor que traspasa as portas do noso
pobo a causa da crise galopante. Pero aparquemos por uns días os problemas e
brindemos por unhas festas patronais que sexan o albor dá esperanza nun futuro
mellor. Pois xa pasou ben a historia daquela viñeta de noso amigo Quesada, que
rezaba asi: o noso problema é hidráulico,
mexan por un e hai que decir que chove.
Hoxe todo cambiou a Deus grazas e a vosa coraxe.
Alarguéime un rato. Perdoádeme. Como bo pregoeiro, ante ese
regalo do ceo que sodes todos vosoutros, o mellor que podo facer xa é calar,
recordándovos, sen máis, aquel slogan froito dun concurso levado a cabo por
Nordeste que segue rezando hoxe polos cantos de Facebook:
quen a Cariño ven, con cariño volve.
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Firmando o libro |
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Mais firmas |
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Esperando a firma |
Moitas grazas, meus amigos!