…porque no es de los
nuestros.
(Mc. 9, 37-42.44.46-47)
Maestro,
¿qué te parece?
Tras siglos proclamando
comunidad,
tu rebaño
permanece
gueto, cortijo.
¡No somos uno
en torno a tu cayado!
Hemos puesto sordina
a tu Evangelio,
cerrojos de intolerancia,
de inquisición,
defensa de privilegios.
Ante ellos,
que no son de
los nuestros
hemos plantado
barreras…
¿Qué te parece,
Maestro?
Si Tú no eres patrimonio
de nada ni de nadie,
¡Sólo del amor!
Si en tus
campos no caben fronteras.
Si tus
discípulos no visten etiquetas.
Si no podemos ser únicos portadores de tu verdad.
Si no somos los
únicos portadores de tu verdad.
¿Por qué capillismos,
monopolios con
olor a incienso,
¡Ay, las complacencias
a golpe de celoso fariseísmo!
¿Por qué,
Señor, por qué
tantas barreras
en tu Camino?
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