Aún está
patente la imagen del pequeño Aylan, ahogado en la costa turca, todo un símbolo del drama
migratorio, cuando la Unión Europea busca medidas de emergencia ante una crisis
que desborda todos los prolegómenos de acogida a miles de refugiados sirios que se ven obligados a
huir de sus hogares por culpa de la ofensiva bélica. Arriesgan su vida en busca
de un lugar seguro. Con temperaturas bajo cero, las noches de este tiempo de invierno
se hacen especialmente duras. La
UE no ha sido aún capaz de gestionar eficazmente la crisis migratoria que ya viene
del pasado año. El plan de reubicación de refugiados en nuestro continente sigue
fracasando rotundamente. A esto se unen no pocas agresiones sexuales a mujeres por parte,
supuestamente, de refugiados norteafricanos, que han encendido más aún el fuego
xenófogo. La ofensiva del ejército sirio
sigue enquistando más y más el enorme flujo de desplazados que huyen pobremente
hacia el país de "ningún lado" con las fronteras reforzadas militarmente. Miles
de niños refugiados desaparecen entre el siniestro mar y las no menos siniestras
mafias de explotación infantil… ¡Historias desgarradoras huyendo de la guerra y
del terrorismo, allende los Pirineos!
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