En la Franja
de Gaza lo normal es la atrocidad de la muerte y, en
consecuencia, lo absurdo del ser humano. Las estadísticas recopiladas por el
Ministerio de Sanidad, en la Franja de Gaza hablan de un 40% de las víctimas
mortales que son niños, mujeres y ancianos. Masacre sin paliativos que ha
condenado UNICEF y varias ONG internacionales.
Netanyahu, primer ministro israelí,
sigue “mirando para otro lado”, a pesar de la presión internacional sobre su
país para poner fin al bloqueo de Gaza. Desde
el pasado 18 de julio el mundo entero contempla desde la rabia incontenida la huida de unos 20.000 gazatíes y los
centenares de muertos que se van sometiendo día a día al plúmbeo peso de las
metrallas.
“Israel, en
palabras de la diputada Marina Albiol, con la
ayuda de los EEUU y la complicidad de occidente (sobre todo de Europa), ha
convertido a Gaza en la mayor cárcel del mundo, un auténtico campo de
exterminio de dimensiones colosales, una de las mayores vergüenzas de la
política y las relaciones internacionales surgidas tras la II Guerra Mundial”.
Y otro
exterminio inocente…
la tragedia del Malaysian Airlines
MH17, derribado por un cobarde misil prorruso.
Como siempre, en este hecho triste y
dramático, causado por separatistas en Ucrania, figuran víctimas infantiles
que han perdido para siempre el derecho más digno de llegar a ser hombres de paz. El Boeing 777 fue alcanzadol mientras cubría la ruta
Ámsterdam-Kuala Lumpur. La catástrofe se saldó con 298 fallecidos.
Hienas
sin sentimientos,
que no personas,
pueblan aún parte
de nuestro mundo mundial…
No hay comentarios:
Publicar un comentario