Todo empezó en el siglo XIX con el alzamiento revolucionario
de Topete en Cádiz. Se reivindicaba democracia y descentralización. En pleno siglo
XX, emerge la figura de Blas Infante, escritor, historiador y político, considerado “padre de la patria andaluza” por ser el
ideólogo del andalucismo, quien, junto
con miembros de varios Centros Andaluces, firma en 1919 el “Manifiesto andalucista de
Córdoba” que describía a Andalucía como
realidad nacional.
Tras la victoria del Frente Popular, fue aclamado como presidente de honor de la futura Junta
Regional de Andalucía. A los pocos días,
se produjo el golpe militar que inició la Guerra Civil Española.
Blas Infante había sido el encargado de recuperar la vieja
bandera andalusí blanca y verde, diseñando el escudo de Andalucía y componiendo la letra
del himno andaluz, antes de morir fusilado en un fatídico 11 de agosto de 1936,
sin juicio ni sentencia, por las huestes
falangistas del General Franco.
Tras la
muerte del Dictador, se iniciaron los pasos políticos que desembocarían en la
actual autonomía andaluza. Así, el 4 de diciembre de 1977 alrededor de millón y
medio de andaluces, se manifestaron en las capitales de provincia convocados
por la Asamblea de Parlamentarios para demandar la autonomía. La consecuencia
más inmediata es la concesión de la preautonomía a Andalucía en abril de 1978.
En 1979 se constituye
la Junta Preautonómica al mando de Plácido Fernández Viagas. En 1982, el primer titular de la Junta de
Andalucía sería Rafael Escuredo, siguiéndole, sucesivamente, Rodríguez de la Borbolla, Chaves,
Zarrías, Griñan y la actual Susana Díaz.
El 28 de febrero de
1980 se celebró el Referéndum
Autonómico que dio pie al Estatuto de
Autonomía actual, de nuevo en referéndum.
1. El paro. A pesar de que Susana Díaz se jacta de haber reducido el
número de desempleados en medio millón de personas, el principal problema de
Andalucía sigue siendo el paro.
2. La sanidad. Otro problema de mayor
envergadura que percibimos los andaluces. Andalucía es la comunidad de España
con menor presupuesto per cápita.
3. La corrupción. Arrasar todo indicio de corrupción
que constituye un grave problema de calado para los andaluces. Exigimos justicia
ante los casos de los ERE, expedientes de regulación de empleo fraudulentos
4. La defensa de lo andaluz. Por otro lado, nuestra reivindicación gira
también entorno a la defensa de lo andaluz, con el acento como principal seña de identidad.
Susana Díaz ya hizo hincapié hace días
en el ataque injusto al habla andaluza.
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