Con este precioso poema de González Buelta, jesuita, quiero dar la bienvenida a la Primavera en este Día de la Poesía.
Esperaré
a que crezca el
árbol
y me dé sombra.
Pero abonaré la espera
con mis hojas secas.
Esperaré
a que brote
el manantial
y me dé agua.
Pero despejaré mi cauce
de memorias enlodadas.
Esperaré
a que apunte
la aurora
y me ilumine.
Pero sacudiré mi noche
de postraciones y
sudarios.
Esperaré
que llegue
lo que no sé
y me sorprenda.
Pero vaciaré mi casa
de todo lo conquistado.
Y al abonar el árbol,
despejar el cauce,
sacudir la noche
y vaciar la casa,
la tierra y el lamento
se abrirán a la
esperanza.
Está bien; una primavera activa, participativa sensible y llena de esperanza.
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