A JOAN MARGARIT, poeta laureado en tantas ocasiones, que vuelve hoy a
ser encumbrado con el Premio Cervantes. La maldita pandemia le impide recibir
el prestigioso galardón con los honores merecidos. Hoy, en el Día Internacional
del Libro, modestamente, quiero hacer honor a este leridano que ha llenado
tantas horas de mis tardes de ocio, con uno de sus poemas más inolvidable. Con razón
se ha dicho de él que es de esos hombres únicos que tiene más poder en las
yemas de los dedos que en los puños. Poder social, poder cultural, poder sentimental…
No tires las cartas
de amor
No
tires las cartas de amor
Ellas
no te abandonarán.
El
tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta
flecha de sombra-
y
los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se
ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán
los años. Te cansarán los libros.
Descenderás
aún más
e,
incluso, perderás la poesía.
El
ruido de ciudad en los cristales
acabará
por ser tu única música,
y
las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.
Al CENTRO CULTURAL y a LA BIBLIOTECA MUNICIPAL, que llevan muchos
años siendo referentes insustituibles de la cultura de nuestro pueblo, Huétor Santillán.
Vaya mi pequeño homenaje, desde el Sant Jordi maño, con un texto tomado de El
Quijote, tan propio de hoy, dada la mortal pandemia, que nos circunda… pero con
la “esperanza” del hidalgo caballero que dice:
"Sábete Sancho,… que todas estas borrascas que nos suceden son
señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las
cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se
sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca".
(Don Quijote de la Mancha, primera parte, cap. XVIII)
(Don Quijote de la Mancha, primera parte, cap. XVIII)
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